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Eric Burdon presenta en España 'My secret life', su disco autobiográfico

Diego A. Manrique

Antiguo cantante de los míticos The Animals y descubridor del grupo War, Eric Burdon ha publicado My secret life, uno de sus mejores trabajos en solitario. Lo ha presentado en una gira por España que comenzó el pasado lunes 15 en Barcelona y, tras pasar por Madrid (día 16) y A Coruña (día 18), finalizó ayer en Málaga. Burdon (Walker, 1941) escuchó a Leonard Cohen My secret life y se apropió de la canción, que ahora titula su disco autobiográfico.

"Explico lo que significa nacer en la II Guerra Mundial -mi madre dio a luz durante un bombardeo de la Luftwaffe- y descubrir, a través de la música, un mundo fuera de la cartilla de racionamiento. En Jazzman cuento la primera vez que vi tocar a Chet Baker -París, 1958- y el descubrimiento que dependía de la heroína. Can't kill the boogie man es mi evocación de John Lee Hooker, toqué con él una semana antes de que muriera. Black and white world habla de un cine en Newcastle donde ponían clásicas europeas; allí vi La edad de oro, de Buñuel y Dalí, una revelación".

En Devilside, Burdon narra un viaje a San Sebastián en compañía de Lousiana Red, que le enseñó a confeccionar un slide -tubo para tocar la guitarra de blues- con el cuello de una botella: "Hubo un tiempo en que actuaba con frecuencia por España, incluso en plazas de toros, lo que me hacía gracia: ¡Soy tauro!". En España, Burdon fue seguramente el vocalista británico más influyente durante los años sesenta: grupos como Lone Star y solistas como Bruno Lomas tradujeron los éxitos de The Animals; se entendió menos su etapa como cronista del movimiento hippy.

Ironía

Burdon vive ahora en el desierto californiano y observa con humor la sociedad estadounidense: "Creo que estamos viendo el ocaso de un imperio. Cuando vine aquí, en 1964, los coches eran como yates. En los setenta, intentaron fabricar coches que consumieran menos gasolina, pero sin mucho convencimiento, eran modelos poco seguros. Ahora, van a la guerra para controlar el petróleo de Irak mientras la industria del motor nos vende los 4 por 4, que devoran combustible. Si compras un coche europeo, hasta te miran mal. Un país que no sabe resolver un dilema tan elemental -y no hablo ahora del medio ambiente-, tiene poco futuro".

Como los bluesmen y los jazzmen que le inspiraron, Eric Burdon tiene su principal mercado en Europa: "En Estados Unidos no sienten respeto por sus raíces. Además, las leyes contra el alcohol impiden que los jóvenes vean conciertos en pequeños locales. Todo está organizado para que consumas un solo tipo de música: si estás en el hip hop, ignoras el rock... y viceversa. Por eso me parece importante la película que se ha hecho sobre Ray Charles. Allí se explica cómo un hombre ciego y pobre sexualizó la música de la iglesia negra, pero ¡es que Ray también grabó baladas country! Ray cambió la vida a millones de personas como yo".

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