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Amelia Valcárcel reflexiona sobre la violencia del ser humano

La filósofa inaugura un congreso en la Universidad de Sevilla

Amelia Valcárcel inauguró ayer el XIV Congreso de la Asociación Española de Ética y Filosofía Política. El simposio, que fue abierto en el Paraninfo de la Universidad de Sevilla, se centra en La violencia: un análisis ético-político. La filósofa pronunció una conferencia en torno a La Nuestra Violencia. El congreso, que se desarrolla en la Facultad de Filosofía, concluirá mañana viernes.

Valcárcel comenzó su intervención con una referencia a Hamlet. En concreto, se centró en "el momento en que Hamlet acosa a Ofelia en un pasillo". El protagonista de la obra teatral de Shakespeare aconseja a Ofelia que se marche a un convento para no exponerse "a ser madre de pecadores". "Sería mejor que mi madre no me hubiera parido", llega a afirmar Hamlet en una descarnada reflexión sobre la maldad humana. Y es que la violencia, a juicio de Valcárcel, "dista de tener mala fama". Basta con recorrer las ciudades, agregó la filósofa, y observar a quiénes están dedicadas muchas estatuas, calles y plazas. El recuerdo de los guerreros y los generales domina gran parte del callejero. "Los pacíficos no han heredado la tierra", puntualizó Valcárcel ante cerca de 200 personas.

"Somos así, somos una estirpe fratricida desde nuestros orígenes", señaló. "Las religiones, que son los pozos de sabiduría más antiguos, lo han sabido: que tenemos mala índole y que hay que atarnos corto", aseveró la filósofa. Valcárcel cree que el "hombre como asesino es la versión secularizada" de una idea que prendió hace siglos: "la doctrina del pecado original". "Esta creencia sólo se habría visto en entredicho con la Ilustración", afirmó. Valcárcel recalcó que el "debate de la violencia ha llegado a las mejores cabezas del siglo XX", un periodo que no ha sido parco en el reparto de la guerra y la destrucción. "En los años treinta Europa intentaba recuperarse de la más sangrienta guerra, la que entonces se llamaba la Gran Guerra", evocó Valcárcel, que añadió que esta contienda pasó a llamarse I Guerra Mundial cuando estalló la carnicería de 1939.

La filósofa se adentró en la obra del etólogo austriaco Konrad Lorenz (Premio Nobel de Medicina de 1973). La etología estudia la conducta, especialmente de los animales. Lorenz analizó la agresividad, el conjunto de conductas que "hacen que miembros de una misma especie ataquen a otros". Al hilo de las teorías del etólogo austriaco, Valcárcel recordó la fuerza de los instintos agresivos en el hombre. "Podemos reconvertir la agresividad, pero no eliminarla. No podríamos eliminarla nunca. Porque si elimináramos la agresividad sería catastrófico", dijo la filósofa.

El tío Toby y la mosca

¿Qué se puede hacer frente a todo esto? ¿Cómo frenar la violencia entre las personas? Valcárcel sacó a colación un pasaje de La vida y las opiniones del caballero Tristram Shandy (1750-1767), la célebre obra del novelista irlandés Laurence Sterne. Uno de sus personajes, el tío Toby, es molestado por una mosca. Sin embargo, opta por no matarla. Se limita a abrir la ventana porque el mundo es suficientemente amplio para que el tío Toby y la enojosa mosca vivan en él.

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La conferencia de Valcárcel dio inicio a un congreso que cuenta con la presencia de destacados filósofos y estudiosos. Así, la tarde de ayer incluyó una ponencia de Rafael del Aguila. Hoy hablará Antonio García Santesmases sobre Violencia y relaciones internacionales (¿Ante la IV Guerra Mundial?) y Antonio Valdecantos sobre Matar con palabras. Mañana intervendrá Camilo José Cela Conde con una ponencia sobre Violencia y adaptación. Luego, Aurelio Arteta presentará por la tarde una ponencia centrada en Las rentas ocultas del terrorismo.

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