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Comienzan las obras del último tramo de la Bailén-Motril, que se acabará en 2008

Los interminables atascos que se forman durante los meses de verano entre Granada y su costa se terminarán previsiblemente dentro de tres años y medio. Ese es el plazo de ejecución que el ministerio de Fomento ha concedido a ALTEC, empresa de Construcción y Servicios S.A., para acabar el último tramo de la autovía de Sierra Nevada (A-44) que discurrirá entre Vélez de Benaudalla y La Gorgoracha, justo al norte de la ciudad de Motril, donde conectará con la autovía del Mediterráneo (A-7).

La construcción de este tramo, de nueve kilómetros de longitud, costará 28,5 millones de euros y, si no hay retrasos, estará terminado en 41 meses, según las previsiones de Fomento. Su trazado enlazará con el municipio de Vélez de Benaudalla y terminará en un intercambiador de autovías donde confluirá con la A-7, que, cuando esté construida, rodeará el núcleo urbano de Motril por el norte (en lugar de por el sur, como lo hace ahora la N-340), convirtiéndose en la ronda de la segunda ciudad de la provincia de Granada.

La autovía Bailén-Motril deja de serlo actualmente a la altura de Ízbor, a unos 30 kilómetros de la costa, donde el tráfico vuelve a la carretera convencional N-323, de doble sentido. El tramo adjudicado ayer se abrirá junto al que discurre entre Ízbor y Vélez de Benaudalla, cuyo plazo de ejecución finaliza también en 2008. Ambos discurren por un trazado alternativo al de la N-323 de difícil orografía con constantes túneles y puentes. El trayecto entre Vélez y La Gorgoracha contará con dos viaductos, de 135 y 40 metros.

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