Diputados zaplanistas muestran su disposición a entrar en una candidatura alternativa a la de Camps

Los gestos y los mensajes se multiplican de cara al congreso regional que el Partido Popular valenciano celebra a finales de esta semana en Castellón en un clima de profunda división que enfrenta a los partidarios del presidente de la Generalitat y del partido, Francisco Camps, con los seguidores del ex presidente y anterior líder regional, Eduardo Zaplana. Tras la propuesta lanzada el pasado sábado por el líder provincial de Alicante y presidente de las Cortes, Julio de España, de presentar una candidatura alternativa a la de Camps para la presidencia regional, ayer una docena de diputados zaplanistas y varios altos cargos se mostraron dispuestos a formar parte de esa posible candidatura. La iniciativa, que De España justificó porque es necesario que "se oiga la voz de una parte fundamental" del partido, ha sido interpretada por los seguidores de Camps como un "intento a la desesperada" de forzar un pacto antes del congreso.

Serafín Castellano elude pronunciarse sobre la propuesta de Julio de España

La pasada semana los zaplanistas se reunieron en Altea y firmaron un manifiesto en el que se aboga por la unidad y la integración de "todas las sensibilidades del partido". El escrito fue respaldado por 259 de los 768 compromisarios que acudirán al congreso de Castellón. Entre ellos destacan una veintena de diputados autonómicos, además de los presidentes provinciales de Valencia y Alicante, Serafín Castellano y Julio de España, respectivamente; el secretario general del PP, José Joaquín Ripoll; el presidente de la Diputación de Valencia, Fernando Giner, y los consejeros Gema Amor, Alicia de Miguel y Miguel Peralta, todos ellos alineados en las filas zaplanistas.

El siguiente paso lo dio el sábado Julio de España, después de que días antes el presidente de los populares castellonenses, Carlos Fabra -que apoya a Camps-, emplazara a los zaplanistas a presentar una lista alternativa a la de Camps. Y ayer una docena de diputados se mostraron dispuestos a integrarse en una candidatura alternativa. Entre ellos el vicesecretario regional, Juan Manuel Cabot, quien en un comunicado se ofreció "para todo lo que necesite" De España, cuya iniciativa consideró "acertada" porque pone de manifiesto lo que piensan "muchos" militantes del PP. En el escrito Cabot lamenta "la nula predisposición al diálogo" del sector campista, "con la que se está ignorando a una parte esencial del PPCV". La diputada por Castellón Elvira Suanzes, por su parte, dijo que la propuesta de presentar una lista es una "decisión meditada y firme" que, según recalcó, "responde a un malestar importante" de muchos afiliados.

Mientras, los más relevantes firmantes del manifiesto de Altea, como Ripoll y los tres consejeros, se mostraban más prudentes. Ripoll pidió a Camps que "dé los pasos" necesarios para configurar una candidatura "de cohesión y unidad". "Tenemos que unirnos, tenemos que cohesionarnos y tenemos que sumar todos", dijo Alicia de Miguel, mientras Gema Amor consideró necesario ser "responsables" con el proyecto del PP y Miguel Peralta instaba a "hacer un último intento" para mantener "la unidad" y "la integración". Sin embargo, Serafín Castellano eludió pronunciarse sobre la propuesta.

Por su parte, el sector campista siguió alentando a la presentación de una alternativa. Fabra instó a los zaplanistas que "la presenten" y dijo que le daría "alegría" que las dos facciones "ofertaran" sus proyectos en el congreso, informa María Fabra. El portavoz del Consell, Esteban González Pons, dijo que es una posibilidad que "entra dentro de la normalidad de un proceso precongresual", una opinión en la que coincide con los socialistas, que asisten atónitos al espectáculo.