La Audiencia de Sevilla desestima el archivo de la causa contra Tío Casiano
El tribunal decide hoy sobre las peticiones de nulidad del caso
El juicio contra Manuel Silva, conocido como Tío Casiano, y otras 25 personas por supuesto narcotráfico se reanudó ayer en la Audiencia de Sevilla. La defensa pidió la nulidad del caso por dilaciones indebidas, ya que el sumario ha tardado nueve años en instruirse, y por vulnerar el derecho a la privacidad del domicilio, entre otras causas. El tribunal desestimó el archivo del caso o la dispensa de Silva por supuesta demencia senil.
La defensa de Silva, de 78 años, había alegado demencia senil de su representado, circunstancia que, según el informe forense solicitado por el tribunal, se reduce a un deterioro psíquico que "no es invalidante" ni le impide acudir al juicio.
La jornada de ayer comenzó con la petición de "nulidad radical y plena" de las escuchas telefónicas que en 1995 permitieron la detención de los acusados con 40 kilos de heroína. El abogado Marcos García Montes dijo que los primeros objetivos de las escuchas fueron un hombre no procesado y otro "fantasma" que no ha sido identificado. Afirmó, además, que el juez no controló las escuchas y que los "pinchazos" buscaban presuntos delitos como contrabando de tabaco, tráfico de armas y de vehículos de lujo y "robo a bancos con armas especializadas", ninguno de los cuales prosperó.
El letrado Fernando Retamar solicitó la nulidad del caso por violación del derecho de su defendido a un proceso con todas las garantías, pues la juez instructora presuntamente le negó un segundo análisis de las sustancias intervenidas, además del realizado por la Policía Científica.
Manuel Castaño insistió en cuestionar las escuchas y, además, solicitó la nulidad por lo que consideró "dilaciones claramente demostradas" en la investigación judicial.
Otros letrados como Esperanza Lozano argumentaron que los registros policiales violentaron la inviolabilidad del domicilio y que la Policía actuó por "sospechas y conjeturas", sin indicios firmes contra los procesados.
El tribunal se pronunciará hoy sobre estos extremos, si bien el fiscal argumentó que estas cuestiones previas de nulidad no pueden ser esgrimidas en un procedimiento ordinario.
El fiscal especial antidroga de Sevilla sostuvo que los autos judiciales que autorizaron las escuchas estuvieron "suficientemente motivados" y las intervenciones se llevaron a cabo "con todas las garantías legales y supervisadas por el secretario judicial".
Familiares de los procesados protagonizaron incidentes con la policía y el presidente de la sala les llamó la atención en varias ocasiones por sus conversaciones en voz alta, los teléfonos móviles que sonaban y sus constantes salidas al cuarto de baño. Una de las acusadas tuvo que ausentarse de la vista para dar de comer a su hija minusválida.
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