Samuel se enfrenta a la grada y Helguera se lesiona
No todo fue fiesta ayer en Chamartín, de donde Samuel se marchó herido al sufrir el desaire de buena parte de los aficionados, que le echaron en cara su garrafal error en el gol del Albacete. El argentino se comió el balón tras el toque de Pacheco, le dio una patada al aire y Francisco batió a Casillas. La grada saludó con pitos el fallo de Samuel en esa jugada y la bronca continuó cada vez que el central tocaba el balón. Pero tuvo éste ocasión de desquitarse, y lo hizo sobradamente. Logró marcar de cabeza su primer tanto como jugador madridista, el que hacía el cuarto en la cuenta de su equipo, y no se le ocurrió otra cosa que celebrarlo llevándose una mano a la oreja y preguntando al público: "¿Y ahora, qué?".
"Ha sido un gesto estúpido, y pido perdón al público". Así se disculpó Samuel tras el partido. Ni la goleada, ni su acierto rematador, ni siquiera el hecho de que su tanto sea el número 3.000 que consigue el Madrid en el Bernabéu, en los 1.140 disputados allí, consolaron a Samuel.
Pero no fue la acción del argentino la única mala noticia que recibió el Madrid en una jornada, por lo demás, espléndida para sus intereses. Como si de una maldición se tratara, el otro central del equipo, Helguera, cayó lesionado. No se había cumplido aún el minuto 20 cuando el cántabro se resintió de unos problemas en el menisco de su rodilla derecha. Él fue el único titular del Madrid que disputó el miércoles los 120 interminables minutos del encuentro de Copa ante el Tenerife. El técnico, García Remón, quería darle descanso ayer, pero la lesión de Pavón, que ni siquiera entró en la convocatoria, le hizo cambiar de opinión. A la postre, el remedio fue peor, pues Helguera tuvo que dejar su puesto a Mejía, quien disputó su quinto partido con el Madrid, lo que significa que no podrá ser cedido a ningún club español en el mercado de fichajes que se abre en diciembre.
Helguera se había hecho con un hueco en la lista facilitada por el seleccionador, Luis Aragonés, para el amistoso que España disputará ante Inglaterra el miércoles en el Bernabéu. Conocido el alcance de su lesión, Aragonés decidió sustituirle en la convocatoria por Orbaiz, centrocampista del Athletic.
Mejor le fue a Figo, que sufrió un golpe en el tobillo sin importancia. El portugués, que acumulaba cuatro tarjetas amarillas, no vio la quinta, que acarrea suspensión, por lo que podrá estar el sábado en el clásico que jugarán el Barça y el Madrid.
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