Un niño sufre quemaduras en un ojo durante un partido de fútbol

Un niño de 10 años ha sido sometido a cuatro operaciones en menos de dos semanas tras sufrir quemaduras de cuarto grado en el ojo izquierdo cuando, el pasado 30 de octubre, jugaba un partido de fútbol de la Liga de categoría alevín en un campo del distrito de Carabanchel cuyas líneas, al parecer, estaban marcadas con cal viva.

El pequeño Sergio, que lleva el ojo tapado con una venda y se recupera en su casa después de recibir el viernes el alta médica, "está mejor", aunque los facultativos aún no saben si quedará mermada su capacidad visual, explicaron sus padres, Luis y Esther, que se muestran esperanzados por su recuperación.

El suceso ocurrió durante un partido de Primera alevín que enfrentaba a los equipos Carabanchel y Aviación, en el campo de éste último. "Las líneas del campo, que presentaba zonas con charcos por la lluvia del día anterior, fueron marcadas por un operario antes de comenzar el encuentro. Pero quién iba a pensar que estaba echando cal viva", comenta Luis.

Apenas habían transcurrido 12 minutos del comienzo del partido cuando, en el despeje de un defensa, le saltó barro a la cara. Sergio se echó las manos a los ojos y, tras andar varios metros, cayó al suelo, según el relato del padre, que seguía el partido desde la banda. El árbitro anotó en el acta la sustitución del jugador, mientras que el pequeño y su padre se dirigían al centro de salud más cercano, situado en la calle del Aguacate.

De allí se fueron al hospital Gómez Ulla para que le atendiera un oftalmólogo, que le limpió el ojo y apreció que la arena "tenía algo más", momento en el que empezaron a sospechar que podría tratarse de cal viva por la gravedad de las quemaduras que presentaba, por lo que le trasladaron urgentemente al Clínico, donde fue operado esa misma noche.

Aunque la Federación Madrileña de Fútbol recuerda que está prohibido emplear elementos peligrosos como la cal viva para el marcado de las líneas de los campos de juego, ya que es muy cáustica, se ha usado para señalizar incluso campos de fútbol de Primera División, lo que ha causado en más de una ocasión quemaduras en la piel de algunos jugadores.