Chaves dice que Andalucía será un "muro de contención" ante las demandas nacionalistas

En el comité federal celebrado el pasado sábado ningún socialista andaluz intervino cuando el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, defendió la necesidad de "dar un paso adelante en la reforma del Estado" y de que queden identificadas las nacionalidades históricas (País Vasco, Cataluña y Galicia) en la Constitución. La respuesta a estas demandas la dio ayer el presidente de la Junta y del PSOE, Manuel Chaves, en el comité director de su partido: "Andalucía será un muro de contención de reivindicaciones nacionalistas o particularistas que supongan privilegios y desigualdades entre territorios".

Chaves aprovechó la primera reunión constitutiva del máximo órgano de decisión del PSOE, tras la celebración de una catarata de congresos (federal, regional, provinciales y locales), para marcar posiciones respecto al debate territorial, analizar la situación de noqueo que, a su juicio, se encuentra el PP después de las elecciones -"esta viendo pájaros y estrellitas", dijo- y desbaratar la sensación interna de algunos de los suyos de que hay una cierta inercia conformista en el Gobierno andaluz.

La posición de Chaves sobre las reformas estatutarias -Cataluña y Andalucía son las únicas que han constituido ponencias parlamentarias- es bien sabida y parte de la premisa de que el límite de las modificaciones está en la Constitución y que deben excluirse cualquier privilegio.

El líder socialista puso especial énfasis en estos aspectos y afirmó que el "PSOE y el Gobierno andaluz no van a consentir" que las reformas de los Estatutos por la vía de los hechos "vacíen de competencias al Estado" y formulen una reforma constitucional. Chaves aseguró que Andalucía será "un punto de referencia" del debate territorial y como tal le corresponde un papel esencial: "Nos constituiremos en un auténtico muro de contención de reivindicaciones nacionalistas o particularistas que supongan privilegio, desigualdad e insolidaridad entre territorios y ciudadanos". Y abundó: "Sólo cabe un Estado equilibrado y que garantice la igualdad. Todo aquello que vaya contra esto tendrá nuestro rechazo".

Dirigentes socialistas interpretaron que estas palabras están dichas en relación con Cataluña -donde gobierna el PSC en una coalición- y, en menor medida, al País Vasco, ya que no hay fisuras en el seno del PSOE respecto al rechazo del plan Ibarretxe, mientras que los planteamientos de Maragall, como quedó claro en el comité federal del pasado sábado, sí provoca recelos.

Chaves citó al nacionalista Miquel Roca para afirmar que "ninguna comunidad puede pretender más competencias que otras" y afirmó que "la posición clave" de los socialistas ante la reforma del Estatuto de Andalucía debe ser la carta de los derechos fundamentales de los andaluces.

El líder de los socialista dedicó un capítulo de su intervención a "reflexionar" sobre el PP, un partido al que acusó de intentar "desprestigiar el sistema democrático y de insultar a los andaluces a los que acusan subliminalmente de que no están maduros para que les voten". Chaves aseguró que el PP demuestra "escasas convicciones democráticas" cuando dice "que existe un régimen" en Andalucía y afirmó que su partido "no va a consentir este burdo discurso".

"La esencia de la democracia no es la alternancia, sino la posibilidad de alternancia y eso el PP no lo quiere entender", dijo el presidente andaluz, para quien los populares actúan "como los tenderos que venden producto en mal estado y se quejan de que libre mercado no funciona. Si no les votan, no es un problema de los ciudadanos, sino del PP".En el terreno interno, Chaves afirmó que el momento de normalidad que hay en Andalucía tras recuperar el diálogo con Madrid "no hay que confundirlo con quietismo y pasividad". En su opinión, el Gobierno andaluz y el PSOE han iniciado esta nueva etapa "a todo trapo, con ritmo e intensidad" y anunció una batería de medidas a corto plazo, entre las que destaca, la aprobación del decreto sobre la gratuidad de los libros de texto.

En el comité director se produjeron hasta 15 peticiones de palabra, seis de ellas de dirigentes de la agrupación de Sevilla, lo que evidenció que aún colean las tensiones vividas en el último congreso provincial, en el que José Antonio Viera, que presidió los debates, derrotó a la candidatura de José Caballos.

Intervención de Caballos

El ex portavoz parlamentario fue de los primeros en pedir turno de palabra lo que provocó una expectación inusitada. En opinión de varios dirigentes, Caballos hizo una intervención con envoltura regional, pero sin perder de vista los mensajes puramente provinciales. En este sentido, señaló que esta legislatura debe ser eminentemente "urbana" y atender las demandas de las zonas metropolitanas. Aunque expresamente no se hizo eco de las quejas de algunos dirigentes de Sevilla de que la Junta no atiende como debe a esta provincia, afirmó que hay que "encauzar las tensiones territoriales" que, por mucho que se nieguen, existen. Lo dijo con esta frase: "Cuando un dedo señala la luna hay que ver la luna, no el dedo". En este sentido pidió "reglas del juego justas y claras en el que el criterio de la población debe ser el fundamental".

Caballos, según asistentes al comité director, abogó por "rehacer" la estrategia regional en la nueva etapa, definir la "agenda política" con acciones claras y "evitar morir de éxito". Respecto al debate territorial, el diputado socialista afirmó que el PSOE no debe tener una actitud defensiva respecto a la reforma del Estatuto: "Tenemos que amarrarnos al palo mayor del 28-F", dijo.

Desde la ejecutiva regional se intentó no valorar en ningún sentido sus palabras, salvo las que hacían mención a que los congresos habían pasado y "hay que mirar al futuro". Chaves, que contestó a los intervinientes citando a todos por sus nombres excepto a Caballos, insistió en el cierre del debate en que "Andalucía no es la suma de ocho proyectos", tesis muy repetida por los secretarios provinciales.