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Reportaje:VELA | Vuelta al mundo sin escalas para navegantes solitarios

El Everest de la mar

18 hombres y dos mujeres participan en la quinta edición de la Vendée Globe, la durísima regata oceánica para navegantes solitarios

Antes de que a Philippe Jeantot, un experto marino, se le ocurriera organizar la Vendée Globe, la vuelta al mundo sin escalas para navegantes solitarios, el diario británico Sunday Times retó a ocho intrépidos a circunnavegar el planeta sin escalas ni asistencia. La prueba recibió el nombre de Golden Globe. Sólo un participante, el ganador, Sir Robin Knox-Johnston, consiguió regresar al puerto de partida. En la singladura empleó casi un año. Él vivió un calvario en medio de endemoniadas tempestades que azotaron su barco en los mares del Sur y pusieron a prueba su entereza. Knox-Johnston pudo contarlo. Hubo otros que no. En algunos casos porque naufragaron o sufrieron averias que les impideron continuar; en otros, porque la soledad y las condiciones climatológicas fueron insoportables, terribles. Así que uno de los participantes optó por el suicidio.

Cualquiera está expuesto a ser zarandeado por una ola de 15 metros
La Vendée Globe es una historia de naufragios, desapariciones, tormentas, icebergs...

La Vendée Globe es una historia de naufragios, abandonos, desapariciones, terribles tormentas, icebergs, rescates e incluso volcanes marinos... Uno de los desafíos modernos más apasionantes, una prueba que goza de un tremendo tirón en Francia e Inglaterra, los países organizadores de las principales regatas oceánicas para solitarios. Los 20 participantes, 18 hombres y dos mujeres, que zarparon ayer desde el puerto atlántico de Les Sables d'Olonne deben regresar al punto de partida sin tocar tierra tras dejar por babor, el costado izquierdo de la embarcación mirando de popa a proa, los cabos de Buena Esperanza, Leewin y Hornos, donde les esperan las tempestades más crueles. En la mente de todos, una marca: 93 días, 3 horas y 57 minutos, el tiempo que empleó el francés Michel Desjoyeaux en la anterior edición, la 2000-20001. Ningún español tomó ayer la salida.

En el puerto francés de Les Sables d'Olonne había ayer dos mujeres: las francesas Karen Leibovici y Anne Liardet, de 33 y 43 años, respectivamente. Ambas afrontan su primera Vendée. Son las herederas de su compatriota Catherine Chabeau, la primera mujer que logró dar la vuelta alrededor del mundo sin escalas. Fue en la inquietante edición de 1996-1997. Para ello empleó 140 días. Era la primera edición en la que participaban féminas. También lo hizo Isabelle Autissier. Pero quizá sea la pequeña británica Ellen McArthur, segunda en la pasada edición, la navegante solitaria más célebre. McArthur fue la más joven de las participantes, circunstancia que no fue óbice para asombrar al mundo con su gesta. Con 24 años entonces, empleó poco más de 24 horas que Desjoyeaux.

En aquella edición se oyeron las primeras voces discordes. Los navegantes fueron tachados de imprudentes; la organización, de poner en peligro la vida de los participantes. Australia puso el grito en el cielo debido al alto coste que suponía rescatar a los marinos cuando los barcos naufragaban. Fue después de que Toni Bullimore y Rafael Dinelli mantuvieran en vilo al mundo. Durante varios días no se supo nada de su paradero. Dinelli fue rescatado por otro participante, Peter Goss, tras activar su baliza de emergencia. Jeantot, el organizador, lamentó las quejas de los australianos: "La piel de un marino no tiene precio. Cuando los militares expertos en este tipo de trabajo. Cuando hacen prácticas ficticias, el coste es el mismo o más elevado. La solidaridad no puede estar en tela de juicio".

Cualquiera está expuesto en la Vendée Globe a ser zarandeado por una ola gigante, "olas de 15 metros", como relató Thierry Dubois hace unos años. Entonces, la prensa especializada criticó que el francés se lanzara a una aventura tan arriesgada con un proyecto muy modesto. "Dubois zarpa con una Mobylette poco preparada", tituló algún rotativo.

La prueba, que es muy popular en Francia, donde los medios de comunicación hacen un seguimiento diario, está reservada a veleros monocasco de 60 pies (18,28 metros) de largo. El presupuesto de la Vendée Globe, gestionada por una sociedad de economía mixta en la que son mayoritarios el consejo general del departamento de la región francesa de Vendée y el ayuntamiento de Sables d'Olonne es de 4,5 millones de euros en esta edición, de los cuales 150.000 irán al ganador, 90.000 para el segundo y 60.000 para el tercero

Casi 300.000 personas presenciaron ayer la salida en el puerto de Les Sables d'Olonne. Se sabe cuántos zarparon ayer. Se sabe que son 13 franceses, tres británicos, un australiano, un austriaco y un suizo. Lo que no se sabe es cuántos volverán sanos y salvos.

La salida de la regata en Les Sables D'Olonne.
La salida de la regata en Les Sables D'Olonne.AP

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