El Metro podrá multar con 516 euros a los que fumen en sus instalaciones

La normativa existe desde 1987 y en ella se considera infracción "fumar o llevar el cigarrillo encendido en todos los coches, escaleras mecánicas y dependencias que integran la red del ferrocarril metropolitano de Madrid". El régimen sancionador establece unas multas de entre 30 y 516 euros para los infractores, pero el consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, es consciente de que estas sanciones se aplican poco. "Sólo un 10% de las que se aplicaron el año pasado tuvo que ver con fumadores activos", afirmo.

Granados presentó ayer en la sede del Consorcio Regional de Transportes una campaña encaminada a "informar" a los viajeros del metro de la prohibición de fumar que existe dentro de toda la red del metro y a "disuadir" a los usuarios que se salten esta prohibición no sólo recordándoles que pueden ser sancionados "hasta con 86.000 de las antiguas pesetas", sino que "más del 80% de los viajeros del metro les parece mal o muy mal fumar en la red del suburbano".

Carteles y megafonía

La campaña constará de varias actuaciones de carácter publicitario, a través de megafonía, carteles y grupos especiales de atención a los usuarios. Granados insistió en que los trabajadores del metro también tendrán que someterse a esta medida, pero recordó que se les ayudará con programas enfocados a que abandonen la adicción al tabaco.

Los carteles publicitarios expresarán su mensaje mediante dos imágenes: la de una mujer embarazada a la que otro pasajero obliga a fumar mientras esperan un tren sentados en un banco de un andén, y la de un anciano al que una joven pone un cigarrillo en la boca cuando baja delante de ella por las escaleras mecánicas. El lema de ambos anuncios será: "Si fumas, estás obligando a que los demás también lo hagan".

Según Granados, con esta iniciativa también se trata de que los "propios empleados del metro sirvan de ejemplo a los ciudadanos, de forma que les resulte más fácil concienciar a los viajeros sobre el perjuicio de fumar".

El consejero explicó que, aparte de los mensajes publicitarios, grupos de trabajadores del metro patrullarán la red del suburbano, "y si encuentran a alguien que está fumando le pedirán que apague el cigarrillo, y si se niega, entonces vendrá la medida sancionadora".

El objetivo disuasorio de la iniciativa se transmitirá mediante un obsequio gratuito durante la primera semana (un marcapáginas para libros) entre los viajeros del metro, donde se informará de la prohibición de fumar en toda la red. Además, se diseñarán unos nuevos ceniceros, que se instalarán en los principales accesos en la red, con carteles de reclamo para que los fumadores apaguen los cigarrillos antes de entrar en el suburbano.