La hombría feminista

Cuando el malagueño Antonio García acudió a registrar la organización que preside, Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (Ahige), le etiquetaron en el grupo de las "minorías", un eufemismo administrativo bajo el que clasifican colectivos gay, entre otros. Una asociación de hombres, debió pensar la empleada que le atendió, sólo podía ser de homosexuales.

Pero no. Ahige, fundada hace cuatro años en Málaga, nació con el doble objetivo de luchar contra la discriminación de las mujeres y favorecer el cambio de los hombres hacia la igualdad. "El hombre está desubicado, no tiene referentes, a esta generación no le sirve como referente lo que hacía su padre o su abuelo", planteó Antonio García durante las jornadas sobre Violencia Sexista contra las Mujeres celebradas en Sevilla.

La organización, la primera en España de esta naturaleza, según su presidente, cuenta con un centenar de socios de distintas provincias que aspiran a cambiar el modelo tradicional de masculinidad. "Tenemos una estructura mental producto de una socialización machista, la violencia de género es el resultado de la incapacidad de asumir el avance de las mujeres", esgrimió García en aquel foro.

Definir nuevos roles de hombría implica, según Ahige, definir otras relaciones con las mujeres y desterrar ciertos códigos. Incluso los que parecen banales. "La permisividad empieza con las risas ante el chiste brutal en un bar, no se puede reír un chiste sexista ni ser cómplice con un maltratador aunque se comporte bien en la oficina", sostiene. "El silencio nos hace cómplices, no basta decir que yo no soy un maltratador, ni basta con no ser sexista, hay que ser un militante antisexista", esgrime.

Ahige tiene un carácter novedoso por su activismo, pero los movimientos de hombres con una visión igualitaria de las relaciones son más antiguos. Uno de los primeros grupos de hombres creados en España fue el de Sevilla, en 1996. El otro se gestó en Valencia.

El sociólogo Hilario Sáez y el catedrático de Ginecología José María Bedoya pertenecen a este grupo, que se reúne periódicamente desde entonces para hablar de paternidad, relaciones de pareja, masculinidades. Algunos no se conocían entre sí, casi todos acudieron a las primeras citas parapetados tras el pudor. "Después de la vergüenza inicial, se fue verbalizando, nos ha servido, hemos cambiado, eso es lo que más nos cuesta", confesaba José María Bedoya en las jornadas sobre violencia sexista, organizadas por Hilario Sáez, responsable del programa Hombres por la Igualdad y contra la Violencia de Género de la Diputación de Sevilla.

En Granada y Jerez de la Frontera (Cádiz) se han creado también sendos grupos de hombres por la igualdad. En el Ayuntamiento de Jerez, José Ángel Lozoya dirige desde septiembre de 1999 una de las pocas experiencias institucionales de políticas de igualdad que ofrece un programa específico para los hombres.