La manipulación de las agujas, probable causa de la colisión

¿Cuál fue la causa del accidente? Ésa es la pregunta que ayer se planteaban todos los técnicos de la empresa Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) y que nadie se atrevía a contestar. Ni siquiera el alcalde de Barcelona, Joan Clos, quien aseguró que habrá que esperar al menos un día para conocer el motivo del siniestro. Sin embargo, las primeras hipótesis apuntan que pudo tratarse de un error humano en la manipulación del sistema de agujas.

El convoy que transportaba a un centenar de pasajeros circulaba siguiendo su trayecto habitual y antes de llegar a la estación de Vall d'Hebron se desvió, justamente al pasar por la vía de servicio por la que se accede a las cocheras. Si se produjo esa alteración en la marcha fue porque el sistema de agujas de las vías obligó a ello, ya que el conductor del metro no tiene capacidad para cambiar el recorrido desde la cabina, sino que se encuentra con el camino marcado. Lo que resulta incomprensible es que no se activase ningún semáforo en rojo para advertir al conductor de que el tren no podía continuar la marcha.

Del mismo modo, tampoco tiene sentido que se cambiase el sistema de agujas para que el convoy vacío pudiese realizar una maniobra puesto que se encontraba en una vía en la que disponía de suficiente distancia para hacerlo sin necesidad de invadir la vía principal, por donde circulan ordinariamente los trenes de viajeros. De hecho, el convoy vacío estaba en medio de esa vía, a unos 100 metros de la principal.

La 'moviola'

Un portavoz de Transportes Metropolitanos de Barcelona explicó que el sistema de cambio de agujas está mecanizado y que ahora habrá que analizar cómo se actuó en esa vía en los momentos previos al accidente. Es lo que los técnicos denominan la moviola, que consiste en rebobinar las grabaciones con las instrucciones que diariamente se dan en el centro de control del metro de Barcelona. Son una especie de caja negra de los movimientos que se producen en el servicio. De hecho, el alcalde de Barcelona, que acudió al lugar del accidente, se refiriró en varias ocasiones a la existencia de esas cajas negras como tales.

El presidente del grupo municipal de Convergència i Unió, Xavier Trias, también acudió al lugar del siniestro y recordó que desde hacía 24 años, cuando ocurrió el último accidente con víctimas mortales, no se vivía una situación similar. En aquella ocasión el siniestro se produjo en la estación de Vilapicina, en la línea 5 del metro de Barcelona.