Cultura y paladar en el imperio Masaveu

Vinos, sidra, sector médico-farmacéutico, producción editorial y audiovisual, y comercio de arte, son las nuevas actividades del grupo Masaveu, el más importante conglomerado societario asturiano. La familia Masaveu, implantada en el Principado desde 1840, prosigue con una estrategia de diversificación sin renuncia a algunos de aquellos sectores tradicionales en los que fundamentó su extraordinaria capitalización durante el último siglo y medio: la industria (sobre todo, el cemento) y la banca (son consejeros del SCH y de Bankinter).

La familia posee también sociedades financieras y de inversión, aparcamientos y participa en sociedades médico-farmacéuticas

Los Masaveu, presentes en Banesto, Herrero y Cantábrico -los tres últimos bastiones del gran capitalismo asturiano-, han sido la gran excepción a la extinción de la otrora pujante burguesía del Principado. Hoy siguen presentes en la banca, mantienen su propio grupo industrial y protagonizan una creciente diversificación en nuevos sectores.

Los Masaveu abandonaron Banesto, por discrepancia con la gestión de Mario Conde, año y medio antes del quebranto de diciembre de 1993, y tanto con esa previsora desinversión como con la venta del Herrero (del que poseían el 15%) e Hidrocantábrico (5%), obtuvieron ingentes plusvalías. Fieles a un ideario dinástico, en virtud del cual los negocios se conciben como una empresa con proyección de futuro que ha de transmitirse a las próximas generaciones, los Masaveu aplicaron tales recursos a fortalecer otras posiciones inversoras pero también a emprender nuevas iniciativas y tomas de participación.

Banca y cemento

Hoy siguen presentes en la banca española. Elías Masaveu Alonso del Campo, presidente del grupo, y considerado como el décimo inversor español en bolsa, es consejero de Bankinter, del que la familia posee el 5,5%, y del Santander Central Hispano, donde suscribe el 0,5%. Y continúan en la industria, donde son titulares del séptimo grupo cementero del país y uno de los más importantes de capital totalmente español, con implantación en Asturias (dos factorías), Galicia, Castilla y León e islas Canarias, que suman más de un millar de empleos, amén de otras participaciones menores en ese sector, y de filiales propias en el subsector de los derivados y transformados: hormigones y prefabricados.

Los Masaveu fueron, en 1898, el primer fabricante español de cemento portland y esa industria ha sido desde entonces el corazón de su grupo industrial. Las plantas cementeras han recibido importantes inversiones modernizadoras en los últimos años, especialmente la de La Robla (León), desde la que el grupo, por su proximidad geográfica, suministrará cemento a la magna obra de la variante ferroviaria de Pajares, que perforará la cordillera Cantábrica, entre León y Asturias, con sendos túneles de 25 kilómetros.

Tras el abandono de Hidroeléctrica del Cantábrico, los Masaveu no renunciaron a su histórica presencia en el sector energético: la pasada primavera tomaron una participación del 0,7% en la portuguesa EDP, primer accionista de la eléctrica asturiana y ahora propietaria del 95,7% de su capital.

Los Masaveu operan en otros sectores: poseen aparcamientos, sociedades financieras y de inversión, y han entrado en el ámbito médico-farmacéutico: en 2001 ampliaron al 24,5% su participación en la compañía Molypharma, en el sector de la radiofarmacia , y en 2003 se involucraron en el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), de Navarra, mediante una unión temporal de empresas (UTE) con otros grupos.

Rueda, Rioja y Ribera

La compra en 1974 de Bodegas Murua, en Elciego (la Rioja alavesa), supuso, tras una primera incursión en una bodega de Rueda (Valladolid), de la que luego se desprendieron, el inicio de la gran apuesta vitivinícola del grupo. Por esas fechas la familia tomó también una participación en la sociedad La Rioja Alta, de Haro (La Rioja), que a su vez cuenta con filiales en Galicia (albariño), la Rioja alavesa y Ribera de Duero. Pero el relanzamiento de esta estrategia se produce en los últimos cuatro años, con la incorporación a la gestión de la quinta generación: los Masaveu Herrero, hijos de Elías Masaveu Alonso del Campo y sobrinos de la principal accionista, Cristina Masaveu Peterson, soltera y sin descendencia.

En diciembre de 2000, el Grupo Masaveu adquirió la bodega y viñedos Granja Fillaboa, en Salvaterra do Miño (Pontevedra), que produce bajo la denominación de origen Rías Baixas; y ahora ultima el lanzamiento de sus primeros vinos navarros, que comercializará con la marca Pagos de Araiz , una vez que en 2000 constituyó en Olite la sociedad Bodega Villavieja. El grupo prevé iniciar la comercialización de estos caldos con la cosecha de 2005-2006.

La producción sidrera es el siguiente objetivo del clan. La familia Masaveu posee una gran plantación de diversas variedades autóctonas de manzana asturiana en el municipio de Sariego, a 26 kilómetros de Oviedo.

La pretensión es el lanzamiento al mercado de una sidra de mesa de gran calidad con la marca Llagares Valberán. La producción ya comenzó pero su comercialización aún no tiene fecha. La llamada sidra de mesa o de "nueva expresión" es una modalidad de sidra natural que varios lugares han empezado a comercializar para competir con los vinos blancos de alta gama y que, por su formulación y proceso de elaboración, no precisa ser escanciada, como sí ocurre con la tradicional, según el ritual que aún hoy distingue la bebida asturiana del resto de sidras.