"Mi sitio es la casa natal, no el museo"

En la segunda de los cuatro hijos de Picasso, Maya (69 años), hay una huella de su padre mucho más profunda que la que salta a la vista por su enorme parecido físico. No en vano, vivió con él 20 años, y acumuló vivencias y recuerdos de los que le gusta hablar sin parar, también de las temporadas que pasó con su tía Lola en Barcelona. Siempre se ha reconocido española, pero ahora, tras su segundo viaje a Málaga, dice haber comprendido lo mucho que tiene de malagueña. "He visto que soy como la gente de aquí", y pone un ejemplo: en lo exagerada.

Pregunta. Ha pasado horas en la casa natal leyendo, tomando apuntes ¿Qué encuentra en este lugar?

Respuesta. Antes me daba miedo Málaga porque mi padre, mi tía Lola me hablaban mucho y pensaba que me iba a echar a llorar. Mi padre me hablaba mucho de Málaga, me decía por ejemplo que su iglesia era más bonita que la mía, al fin y al cabo era una broma, pero le temía a Málaga. En la casa natal hay muchas cosas, libros, objetos...pero sobre todo recuerdos, desde cómo me contaba que estuvo a punto de morir cuando nació y que el humo de un puro del tío Salvador le hizo toser y por eso pudo expulsar algo que le impedía respirar. El hecho de saber que nació aquí, no en otra casa de Málaga, hace que me sienta que soy parte de esta casa, y aunque he comprendido que soy muy malagueña, soy más de esta casa que de Málaga.

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