Diferencias conciliables
Y en estas llegó Ken Loach, y lo hizo de la mejor forma posible: con una historia llena de ángulos, matices, candentes conflictos y una complicada pero apasionante relación amorosa, por supuesto. Tiene Sólo un beso, espléndidamente interpretada por Atta Yakub y Eva Birthistle, las hechuras de las mejores películas sociales de Loach: una historia punzante que mezcla a una maestra irlandesa y a un guapo paquistaní criado en Escocia y fuertemente enraizado en su comunidad y su familia; un discurso que critica por igual al integrismo musulmán y al católico; una sólida defensa del vivir y dejar vivir, o si se prefiere, una racional apuesta por la democracia laica.
Y como ocurre (casi) siempre con el cine de Loach, sus tesis no tienen necesariamente por qué ser compartidas: aquí también hay coartadas para el gusto de todos los personajes, coherencia para mostrar sus reacciones (nunca banales ni, mucho menos, caprichosas).