Lecciones después de un ensayo

La Copa del América se despidió el pasado fin de semana tras desplegar por primera vez sus velas en aguas valencianas. Un ensayo entre el 5 y 17 de octubre en el que los responsables de la competición, la empresa organizadora y las administraciones públicas, han podido tomar nota de alabanzas y críticas para preparar la gran cita de 2007.

"Estamos contentos y pensamos que hemos cumplido en su mayor parte las expectativas, pero ha sido un principio y queda mucho por hacer", afirma Daniel Herrera, director de comunicación de America's Cup Management (ACM), la empresa suiza creada por el ganador de la última edición, el Alinghi, para organizar la competición. ACM registró 240.000 visitantes al reducido espacio de la dársena del puerto habilitado para las prerregatas, una respuesta que en un primer contacto con Valencia es "un éxito total".

El acercamiento de la competición al gran público es un reto pendiente

ACM considera que el primer contacto con Valencia ha sido un éxito

El Ayuntamiento también está satisfecho y mide el impacto de las regatas en las 14.836 pernoctaciones de la primera quincena del mes atribuidas al deseo de seguir el acontecimiento, y al gasto de estos visitantes, 2,2 millones de euros, así como al aumento global del 17% de estancias. Televisió Valenciana cifra la "extraordinaria aceptación" del espectáculo en los 3.376.000 espectadores que conectaron con sus emisiones.

"No ha habido mayores problemas y la colaboración con la policía y las autoridades locales ha sido buena", según Herrera. Para un primer ensayo, ya que las obras importantes en el puerto, que afectan al espacio de los equipos participantes y del público, no han comenzado. Sin valorar el papel de unos y otros, Herrera señala que las tensiones en el Consorcio Valencia 2007 (integrado por el Gobierno, la Generalitat, el Ayuntamiento) "no han facilitado la gestión de las infraestructuras y servicios" que necesitarán de cara a 2007. Deberán "acelerarse". Por su parte, ACM introducirá mejoras para acercar las regatas al público. Aunque se instalaron dos pantallas gigantes en la dársena, desde la playa y el puerto no se aprecian los movimientos de los veleros. Además, será necesario explicar más cómo funcionan las regatas. "Queremos que la America's Cup sea más abierta al público", apunta Herrera, quien no comparte la crítica por la restricción en el acceso al crearse una zona VIP, habitual en esta competición, porque los invitados "tampoco pueden entrar en las bases de los equipos".

Las regatas han permitido que los valencianos "redescubran" la dársena "como un espacio más donde pasar el domingo", destaca el portavoz socialista en el Ayuntamiento, Rafael Rubio. Sin embargo, ha habido "un cierto desencanto" por la limitación de acceso, más visible por el reducido espacio, y porque las regatas no se ven desde la playa, como anunció el PP. "Han servido de ensayo, pero el Consorcio y ACM deberán prever actividades para acercar de verdad la competición a los ciudadanos", señala. Rubio expresa dudas sobre el impacto económico de las regatas, que "no se corresponde con la bonanza" prometida por el PP. La Federación de Hostelería también es prudente. La Copa como explicación del buen momento turístico brilla por su ausencia en un muestreo entre hoteles de dos y tres estrellas.

"Hacía mucho tiempo que no se acercaba tanta gente al puerto, aunque hay cierta decepción por el acceso restringido", opina Antonio Cañuelo, presidente de la Federación de Vecinos, quien recuerda que la Copa debe aprovecharse para invertir en los barrios, y no sólo "en el lavado de cara" del área portuaria. La concejal de EU María Victoria González abunda en estas ideas y añade que debe mejorarse el transporte público.

El sector de la vela también ha sacado sus primeras conclusiones. Aunque la elección de Valencia como sede provocó cierto desconcierto, las dudas se han despejado. "Las condiciones climatológicas son fantásticas", afirma Luis Sáenz Mariscal, asesor jurídico del Luna Rossa. Los regatistas sabían que los vientos son más favorables en verano, pero en algunos círculos se ha criticado que las regatas se disputasen frente a la Malva-rosa. "Quizá en el campo sur ", explica un regatista, "las condiciones eran mejores en esta época del año". La decisión tiene una explicación: aproximar la prueba al mayor número de gente posible.

La impresión sobre Valencia entre los tripulantes es dispar. "La gente está encantada", asegura Sáenz Mariscal. Más crítico es Nacho Braquehais, tripulante del Luna Rossa: "A un compañero le quemaron la moto debajo del hotel. A otro le robaron el móvil. Las instituciones y la policía tendrán que reforzar la seguridad". Queda tiempo por delante. La próxima cita, en junio de 2005.