"Se me ha hecho difícil vivir tres meses en un hotel"
Admirador de Vicente y fanático de las carreras de caballos, el tímido Michael Owen (Chester, 1979) no se siente menos galáctico que ninguno de los galácticos. Asume que le falta regate pero se tiene fe para cazar goles inalcanzables. El último -el primero con el Madrid, frente al Dinamo- le provocó, dice, "más alivio que felicidad". Hoy le puede dar un lugar en el equipo que recibirá al Valencia (22.00, Autonómicas y La 2).
Pregunta. ¿Por qué eligió fichar por el Madrid?
Respuesta. Yo siempre he querido jugar fuera de las Islas, aprender una nueva lengua, conocer otra cultura, un fútbol diferente. No se me ocurre un mejor sitio para eso que el Real Madrid.
P. ¿No recibió más ofertas?
R. No sé. Aún me quedaba por cumplir parte de mi contrato con el Liverpool y no estaba intentando averiguar si alguien estaba interesado en mí. Pero cuando el Madrid me llamó, obviamente, una cosa así no ocurre todos los días.
P. ¿No le pareció que este equipo, por la forma en que madura cada jugada, no se adaptaba a sus condiciones de delantero que busca el pase al hueco para desbordar por velocidad?
R. No lo creo. Yo siento que la velocidad es importante más allá del estilo de cada equipo. A ningún defensa le gusta enfrentarse a jugadores rápidos.
P. Pero el Liverpool creaba espacios que favorecían contragolpes dirigidos a usted. Aquí no ocurre.
R. Sólo porque un equipo haya jugado de una manera eso no significa que sea la única manera en que yo puedo jugar. He jugado cerca de 70 partidos para Inglaterram, y allí no se juega al contragolpe. Si eres un buen jugador te adaptas a cualquier equipo. La gente ha hablado demasiado del Liverpool como equipo contragolpeador, contraponiéndolo al Manchester y al Arsenal que lo hacían mejor que nadie con jugadores rápidos como Henry. Cuando juegas en Anfield no puedes esperar atrás. Los hinchas esperan que te vayas arriba y te quedes en el campo contrario.
P. ¿Qué aspecto del fútbol español le ha resultado más complicado en su adaptación?
R. Durante el partido es difícil acostumbrarse a la cantidad de interrupciones que hay. Si, por ejemplo, el equipo contra el que jugamos ha marcado primero, intentan frenar el juego, irse al suelo con jugadores lesionados ¿Me explico? No son sólo faltas. La gente discute, el árbitro interviene, y todo parece ser tan largo que al final del partido el árbitro puede agregar cinco, seis, siete minutos cuando en Inglaterra serían sólo uno o dos. En Inglaterra los lesionados salen rápido del campo. Aquí es más un asunto de parar y seguir. Y se me hace difícil porque estoy acostumbrado a pensar rápido y siempre estoy listo para jugar. Eso de parar y tener tiempo para descansar y beber mientras se produce una discusión es extraño.
P. ¿Sabía que Ronaldo tuvo problemas de adaptación en el equipo? Fue el primer punta rápido de la plantilla en mucho tiempo.
R. El fútbol se juega cada vez más rápido. Los tiempos cambian y si sigues jugando como años atrás te paralizas.
P. Usted dijo que desde 1998 perdió velocidad.
R. Tuve una lesión muscular en la parte posterior del muslo que tardé dos años en curar y me dejó secuelas. Más o menos como le pasó a Ronaldo. Todavía estoy trabajando duro para recobrar la calidad muscular y correr tan rápido como pueda sin lesionarme.
P. Beckham tardó seis meses en encontrar una casa en Madrid que estuviese a su altura. ¿A usted cómo le va en ese aspecto?
R. Por suerte encontré una casa. Espero mudarme el primero de noviembre. Es algo muy importante para mí porque se me ha hecho muy difícil vivir tres meses en un hotel, con mi novia y mi hijita. Quizá ahora que las cosas me comienzan a ir bien fuera del campo, dentro del campo juegue mejor. Si las cosas te van bien en casa, eso se refleja en el campo. Cada día que yo y mi familia pasamos en Madrid somos más felices.
P. ¿Qué haría si estuviera bajo la piel de Morientes?
R. No lo sé. Llevo poco tiempo en el Madrid. Para mí fue difícil al principio porque no jugaba demasiado. Y sé que es complicado cuando no juegas. Pero él podría jugar en cualquier equipo del mundo. Es un jugador fantástico.
P. El año que usted ganó el Balón de Oro, en 2001, fue el año que Raúl estuvo más cerca de conseguirlo. En Epaña se debatió sobre sus merecimientos. ¿Está convencido de que usted fue el mejor jugador de Europa?
R. No recuerdo qué hizo Raúl ese año. Además, yo no soy el que decide ese premio.
P. ¿Cuál fue su modelo?
R. En primer lugar, Gary Lineker, que era del Everton igual que yo. Después, Alan Shearer.
P. ¿Cuál fue su mayor don como juvenil?
R. Me descubrió Steve Highway, responsable de la cantera del Liverpool, con 11 años. Mi virtud era coger la espalda a los defensas. Conducía el balón muy rápido y era bastante bueno de cabeza.
P. ¿Nunca tuvo dribling?
R. No soy un driblador. Nunca pude hacer lo que Solari, Ronaldo o Figo, que se pueden ir de dos o tres marcadores en poco espacio. Yo driblo más como Roberto Carlos, hago un regate largo, si lo necesito. Pero si me marcan prefiero pasar la pelota y moverme. Soy más goleador que regateador.
P. Dicen sus compañeros que no hay nadie como usted en la plantilla para desmarcarse.
R. Toda la vida he buscado los espacios. Por eso caigo a las bandas, porque desde allí hay muchos espacios. Rony hace lo mismo.
P. McManaman se pasaba el día apostando por cualquier motivo. ¿Le gustan las apuestas?
R. En Inglaterra las apuestas forman parte de nuestra cultura y a mí me gustan. Pero de momento, en Madrid, no me ha parecido serio apostar con mis compañeros.
P. ¿Y los caballos de carreras?
R. Soy aficionado a las carreras llanas. Tengo muchos caballos. A mi novia le gustan los saltos. Salta, y tiene una yegua de saltos que se llama Isabelle. En Inglaterra mi casa parece una granja. Tengo caballos, pollos, perros, gatos...
P. ¿Con qué jugador del Valencia se quedaría?
R. Con Vicente. Hemos jugado muchas veces cuando yo estaba en el Liverpool. ¡Ese sí que tiene regate!
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