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El Gobierno chino admite que la economía crecerá este año un 9%, dos puntos más de lo previsto

El ministro de Finanzas chino, Jin Renqing, ha asegurado que las medidas que ha tomado el Gobierno para enfriar la economía están dando resultado y que sería aceptable que el producto interior bruto (PIB) creciera un 9% este año, a pesar de que la previsión oficial anunciada en marzo por el presidente chino, Hu Jintao, es del 7%. Es la primera vez que las autoridades se desmarcan oficialmente de este objetivo.

En el primer trimestre, la actividad aumentó un 9,8%, y el segundo, un 9,6%. Jin, citado por la cadena de televisión CCTV, explicó que los controles puestos en marcha para evitar un sobrecalentamiento están destinados a disminuir determinados factores de "inestabilidad y descoordinación", no a ralentizar el crecimiento global del país.

Pekín decidió tensar las riendas después de que el PIB aumentase un 9,1% el año pasado y recibiese numerosas advertencias, tanto dentro como fuera de China, sobre los riesgos que suponía una economía en ebullición. Puso freno a la política crediticia de los bancos y paralizó inversiones en sectores como el cemento, el automóvil, el inmobiliario o la siderurgia, para evitar que la velocidad excesiva de desarrollo disparase la inflación y agravase el grave problema de falta de energía que sufre.

Desde finales de abril, el Gobierno ha congelado inversiones en fábricas y otros activos fijos por valor de 844.000 millones de yuanes (83.100 millones de euros), según Noticias Financieras, una publicación dependiente del banco central. Las inversiones en estos proyectos han crecido un 30% en los ocho primeros meses del año, cuando en el primer trimestre lo habían hecho un 43%.

Los efectos de la estrategia del Ejecutivo de Hu Jintao se están viendo reflejados en las importaciones, que el mes pasado ascendieron a su ritmo más bajo (un 22%) de los dos últimos años. La esperanza de que la demanda china disminuya ha traído un poco de respiro al mercado de las materias primas, sometido a fuerte presión por la bulimia del gigante asiático.

La Oficina Nacional de Estadísticas dijo ayer que la economía china subió el año pasado más rápido de lo que había anunciado hasta ahora: un 9,3% en lugar del 9,1%. La previsión a principios de 2003 era, al igual que ha sido para este año, del 7%. El valor total del PIB quedó así en 11,7 billones de yuanes (1,15 billones de euros). Mientras tanto, las autoridades han salido al paso de las especulaciones sobre una posible revaluación del yuan (que está ligado al dólar) y han dicho que efectuar tal movimiento inmediatamente es "imposible".

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