"La cuenca del Guadalquivir está al límite, no caben más convidados"

Jaime Palop (Valencia 1959) pasó por todo el escalafón de responsabilidad de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir hasta su designación como comisario de Aguas. Con la llegada del PP al Gobierno, en 1996, cesó en su cargo; y ahora, con los socialistas, vuelve para presidir la confederación que gestiona la cuenca más extensa de la región. La confederación organiza mañana unas jornadas en Sevilla sobre restauración de cauces en su cuenca.

Pregunta. Una parte importante de la restauración de las cuencas se financia ahora con fondos europeos. El PSOE ha acusado al PP de desviar una parte de esos fondos medioambientales a otros cometidos, ¿ha ocurrido en su confederación?

Respuesta. El ministerio está muy preocupado, porque en la legislatura anterior se movilizaron una serie de fondos Feder para la restauración hidrológica forestal, y al revisar esos convenios se comprobó que tenían muy poquito de medioambientales: eran más bien parques periurbanos o incluso urbanos, algunos con equipamientos para parques infantiles, farolas, banquitos, una serie de cosas... La situación es complicada porque hay convenios que están firmados y, sin embargo, hay una vocación de que esos fondos se utilicen para una mejor utilización del dominio público hidráulico, en reforestación de cauces, en la lucha contra la erosión, contra las inundaciones..., en cometidos más propios de este ministerio.

"Dudo mucho que un trasvase del Guadiana al Guadalquivir sea rentable"

"La solución al déficit de agua pasa por cerrar los incrementos de consumo"

P. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Sur afirma que en su cuenca el 84% de los fondos fueron a municipios del PP, ¿ha habido ese desequilibrio en su confederación?

R. No. La verdad es que aquí se ha firmado con ayuntamientos de todos los colores. En determinados municipios del PP se han buscado fórmulas imaginativas. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Granada no pone dinero, aporta su parte en terrenos, un hecho singular. Y hay otros ejemplos en que se ve determinado sesgo, pero no es la situación de la cuenca del Sur.

P. En el Guadalquivir, ¿podrá reorientar los fondos ya comprometidos para destinarlos a usos medioambientales?,

R. En los fondos Feder, por lo que pude ver, para reforestación apenas había previsto un porcentaje muy pequeño, alrededor del 10%. El 90% estaba previsto para actuaciones urbanas. Ahora trabajamos para firmar un convenio con la Junta de Andalucía, de forma que invirtamos 75 millones de euros en restauración hidrológica forestal. Y hay muchos convenios que no se han firmado y que todavía estamos a tiempo de retomar.

P. Las actuaciones del ministerio en Andalucía se han centrado hasta ahora en las alternativas al trasvase del Ebro. Sin embargo, en la anterior legislatura la Junta destacó que tras el Plan Hidrológico, la cuenca del Guadalquivir aún tendrá un déficit de 1.000 hectómetros cúbicos de agua al año.

R. La situación no es buena. Lo único bueno que tiene ahora mismo el Guadalquivir respecto a hace ocho años es que están los embalses llenos. Y eso no es mérito de ninguna Administración, simplemente ha llovido más que la media. Con los embalses que se están ejecutando, mejora la situación un poco. Con la modernización de regadíos, mejorará más, pero la situación no llega a solucionarse. Y a nadie se le escapa que las presas nuevas a acometer en el Guadalquivir ya son muy poquitas, que trasvases rentables no hay.

P. Un futuro trasvase del Guadiana al Guadalquivir, como pide la Junta, ¿no lo es?

R. El del Guadiana dudo mucho de que sea rentable desde el punto de vista económico. ¿Quién va a pagar el agua y a cuánto? Hay una directiva comunitaria y a partir de ahora hay que empezar a pagar lo que cuesta. En el trasvase del Negratín al Almanzora, que es un trasvase muy cortito, el agua se puede poner a 60 pesetas el metro cúbico. ¿Quién va a pagar en el Guadalquivir el agua a 60 pesetas el metro cúbico?

P. Entonces, ¿qué medidas caben para paliar ese déficit?

R. Es una situación dura pero tiene soluciones. Ahora, lo que ya no vale es imponer soluciones desde una Administración ilustrada. En ese sentido, lo que está promoviendo la Confederación del Guadalquivir es un acuerdo, un acuerdo que a diferencia de toda la política anterior, quiere ser realista. En el corto y medio plazo, en los cuatro, seis, ocho años que vienen, ¿va a haber posibilidad de incrementar la disponibilidad de agua en el Guadalquivir? No. Luego el agua que tenemos es la que hay, única y exclusivamente. A partir de ahí, hay muchas cosas que se pueden hacer. En mi opinión, pasan por gestionar mejor, por ahorrar más, por reasignar y por cerrar el incremento de consumos de agua de la cuenca. La cuenca del Guadalquivir está al límite, no caben más convidados.

P. Ya ha adelantado que no quiere más nuevos regadíos; una afirmación que, por otra parte, no es muy original: la administración la repite pero los regadíos siguen creciendo.

R. La única originalidad de eso es que es un presidente de una confederación el que lo dice. La situación del Guadalquivir es crítica. Lo único que pasa es que hay que pensar que la fotografía del agua en la cuenca no es una fotografía estática. Desgraciadamente hay una serie de cultivos que tienen una rentabilidad futura muy cuestionada. Estamos hablando del problema del algodón, de la remolacha... Posiblemente haya cambios hacia cultivos que realmente son rentables desde un punto de vista social, territorial y medioambiental por el poco consumo de agua que hacen. El olivar tiene un consumo muy bajo y está altamente tecnificado. Están los cítricos, los frutales, el espárrago... Posiblemente se vaya a producir liberación de volúmenes de agua, ahí es donde está el posible balón de oxígeno para la cuenca. Por supuesto, el uso prioritario de esa agua que se libera debería ser para la misma zona, para otro tipo de actividades. Pero siempre debería quedar algo de agua para compensar el déficit general. Hablar de que no se deba crecer más en superficie de riego no tiene ningún sentido, lo que no debe crecer más es el consumo de agua en los regadíos, es más, hay que reducirlo.

P. La Junta ha reclamado la cogestión de la cuenca del Guadalquivir, ¿cómo va la ne-gociación?

R. Se está está negociando con la Junta, dentro de poco hay una reunión de la Comisión Mixta de Transferencias. Es un tema abierto. Hasta ahora la Junta ha tenido un problema muy serio y es que en esta casa siempre se ha sentido incomprendida. La postura del Gobierno ahora mismo es que la Confederación tiene que estar absolutamente abierta a la comunidad autónoma.

P. El Ejecutivo andaluz pedía desgajar la gestión de ríos como el Guadalete o el Barbate, que sí discurren enteramente en territorio andaluz, ¿será posible?

R. Todos los ríos que estén dentro de la comunidad autónoma son susceptibles de negociarse, lo que pasa es que tiene que haber un acuerdo, hay que ver qué dificultades administrativas hay, que medios se transfieren...

P. Sobre los embalses en ejecución, ¿cuándo estarán construidas La Breña II, Arenoso y Melonares?

R. La Breña, Arenoso y Melonares son tres actuaciones que tienen viabilidad técnica, económica y medioambiental. En cuatro años estarán acabadas todas: Arenoso en dos años, La Breña en cuatro años y Melonares en dos o tres.