España se queda helada

La selección española sub 21 sufrió ayer en Kaunas un aviso de lo que le espera hoy a la absoluta en Vilnius: unas temperaturas bajo cero y unos rivales, los lituanos, más peligrosos por impulsivos y animosos que por su fútbol. Ni siquiera con el marcador a favor y la perspectiva de dominar la pelota ató el partido el equipo español, que se dejó avasallar por Lituania, empatar y casi perder hasta el raquítico punto antes del pitido final.

Iñaki Sáez mudó medio equipo respecto al que igualó el viernes ante Bélgica (2-2) en otro encuentro gris. Los cambios afectaron sobre todo a la línea de medios centro, en la que Cèsc y Zapater recibieron la batuta. El técnico, en un choque complicado, concedió el mando del juego al centrocampista del Arsenal, titular por primera vez con la sub 21, y al zaragocista, que nunca antes se había vestido la camiseta nacional. La probatura salió al revés. En vez de guardarse el balón, España reculó ante el empuje lituano y Navikas lo mandó al larguero antes del minuto 5. Luego fueron Rimkevicius y, sobre todo, Sernas quienes atacaron peligrosamente a Riesgo.

Con la selección muy exigida, Sergio García apareció a mitad del primer tiempo para mostrar la diferencia de calidad entre los dos conjuntos. Su caracoleó en el área acabó con la falta de Zaliukas y el gol de Iniesta de penalti. Ante el peor panorama, España se encontró con un tanto en la mochila y la oportunidad de sentenciar, pero su falta de brío y de puntería -Sergio García cabeceó fuera cuando se encontraba solo ante el meta- le pasó factura. Un diparo de Mikukis volvió a lamer el larguero, preludio del gol del empate, conseguido por Rimkevicius tras una posible falta a Riesgo.

España cargó tras la igualada para recuperar su ventaja, pero a última hora casi agradeció el punto. Tras las oportunidades perdidas por Cèsc, Cazorla y Silva, Kavaliauskas falló su mano a mano con Riesgo en el minuto 93.

Las tablas, las segundas consecutivas en tres partidos en la fase de clasificación para el Europeo de 2006, complica el futuro de la selección de Sáez. "No es un buen balance. Ahora estamos obligados a ganar a los grandes", afirmó Sáez tras el partido. "Nos falta un goleador. Antes teníamos a Reyes y Torres en este grupo y ahora nos va a ser muy difícil suplirlos", añadió.

España jugará como local el 8 de febrero del año que viene ante la débil San Marino y el 29 de marzo disputará en Serbia un encuentro que seguramente será decisivo.