"Nunca apoyaré la construcción del palacio de congresos de Alicante en La Sangueta"
Si se le pregunta por el precio del cemento, acertará la respuesta y luego dirá que eso no es ahora lo importante, que lo crucial en este momento es el precio del suelo; si le pide opinión sobre la crisis del PP en Alicante, su partido, indicará, como la mujer de su amigo José María Aznar, que no se reconoce en ese fango; y si le interpela por el proyecto del palacio de congresos en el barrio alicantino de La Sangueta, argumentará su respuesta. A este alicantino, cabeza visible del potente sector de la construcción, le encanta escucharse. También mojarse. Y aplica en su vida una las grandes máximas de la construcción: la casa se inicia por los cimientos.
Pregunta. ¿Hay recesión en la construcción?
"Para vertebrar hay que empezar por equilibrar el mando en las tres provincias"
"Aquí no hay recesión; Europa sigue pidiéndonos mucho producto"
Respuesta. En la provincia de Alicante hay 10.352 empresas constructoras, con 63.000 trabajadores directos. Cualquier disminución que pueda producirse alerta y alarma. Pero es que estamos desproporcionadamente por encima de nuestras posibilidades de crecimiento. Pese a ello, el atisbo de paralización no se ha observado todavía por una razón: Europa y el mercado interior español siguen pidiéndonos mucho producto.
P. ¿Cómo puede equilibrarse el sector?
R. Yo creo que si estabilizamos el sector habremos avanzado mucho en productividad. Estamos ya equilibrando las posibilidades de crecimiento en todos los planes generales de los municipios. Casi todos ellos están en marcha o en revisión. A estos hay que unir el paquete de leyes valencianas aprobadas esta legislatura que van a impulsar la construcción de viviendas sociales.
P. En Alicante no se construyen viviendas sociales desde hace 10 años.
R. Ahora se está empezando, y no como medio de escape por reducción de la vivienda libre, sino por una necesidad imperiosa social. En la Comunidad Valenciana hay que construir 75.000 viviendas de protección oficial en los próximos cuatro años. Es un reto que hemos firmado todos. Creo que se va a conseguir. Nosotros apoyamos al consejero Rafael Blasco en esa iniciativa.
P. ¿Queda suelo suficiente?
R. El suelo se puede crear. En el caso de la ciudad de Alicante se está desarrollando un buen proyecto en Rabassa que, aunque polémico, yo lo considero magnífico.
P. Algunos promotores lo han llevado a los tribunales.
R. Me parece un disparate. Hay democracia y la gente es muy libre de asociarse para llevar a cabo un proyecto.
P. ¿Van a seguir construyendo en la costa?
R. Los 25 kilómetros de influencia del mar ya los hemos superado, pero hay un interior en Alicante maravilloso, donde ya existe demanda de inversión del exterior. Las mutuas francesas tienen a más de 15 millones de personas de la tercera edad asociadas. Es un mercado muy potente. Pero todo puede venirse abajo por la falta de seguridad.
P. ¿Se sienten inseguros los inversores?
R. Hay inversores que ya están empezando a marcharse por falta de seguridad. Eso sí es preocupante, la gran cantidad de robos y de mafias que hay asentadas en la provincia de Alicante.
P. ¿Qué le parece la urbanización del barrio alicantino de La Sangueta a propósito de la construcción del palacio de congresos?
R. Yo nunca apoyaré ese proyecto. Creo que hay otras latitudes para hacer las cosas. En ese lugar no hay comunicaciones y eso es muy peligroso. No se debe construir por construir; las ciudades tienen que tener comunicaciones. La única comunicación que tiene La Sangueta es el mar. Estamos dando palos de ciego de forma permanente.
P. ¿Hay igualdad de oportunidades para los constructores en Alicante?
R. Yo no lo sé. Esto es como en el cuento infantil: se puede estar derramando mucha yema de huevo. La falacia es propia de las malas personas. En Alicante hay una empresa muy fuerte que es Enrique Ortiz, contra la que se cargan muchas tintas. Yo creo que es un empresario que arriesga, que se mueve y que lucha. Yo admiro esa empresa: puestos de trabajo, riqueza... Es muy fácil difamar; estamos en un país de envidiosos. Empresarios como Enrique Ortiz hacen falta muchos en la Comunidad Valenciana. Yo apoyé, con una carta personal al alcalde de Alicante, que a Ortiz le adjudicaran el PAU 2 [un importante plan urbanístico en la ciudad de Alicante de viviendas de promoción pública].
P. ¿Qué opinión tiene de la batalla interna en el gobierno local de Alicante?
R. No me gusta para nada. Yo luché mucho en Alianza Popular, cuando nadie creía en ese partido, para llevarlo al Gobierno. Veo que gente que llegó luego y que estaba en otro sitio no está haciendo bien las cosas.
P. ¿Es posible la vertebración territorial?
R. Hace falta coherencia para que esa vertebración exista. Y para empezar es imprescindible que el equilibrio de mando se reparta entre las tres provincias valencianas.
P. Sabemos cómo está el barril de petróleo, pero no se habla del precio del saco de cemento.
R. Me preocupa mucho más el acero que el cemento. El precio del acero se ha disparado un 400%. Pero lo que más me preocupa es el precio del suelo. Lo determinante en que la vivienda de renta libre se haya disparado es el alto precio del suelo, y también el hecho de que algunos que no son profesionales del sector han aprovechado el momento.
P. ¿Van de la mano especulación y construcción?
R. La especulación es una palabra que siempre ha sonado en el sector de la construcción. Suena a mafia, a robo. Yo no digo que no haya habido especulación en el sector, no soy tan estúpido, pero ese no es el sentimiento del sector. Hay quien teniendo un suelo en condiciones de elaborarlo lo ha hecho con un criterio empresarial y ha vendido. Eso es una especulación limpia, transparente. Luego hay políticos, ministros incluso, que hablan de especulación como algo muy peyorativo, pero sus frases están vacías de contenido.
P. ¿Cómo valora la nueva Ley de la Vivienda?
R. La ley abre el camino de la lucha contra el posible fraude y servirá para que la calidad en la construcción sea el punto final en el beneficio del consumidor y de la profesionalidad del sector. Creemos también que esta Ley de la Vivienda aporta mayores garantías en la vivienda, por la obligatoriedad que tendrán las comunidades de suscribir seguros contra el riesgo de incendios y daños a terceros.
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