Las protestas de los transportistas para reclamar más seguridad causan retenciones en los puntos fronterizos

Las protestas de los transportistas para reclamar más seguridad y menor jornada provocaron ayer retenciones en los puntos fronterizos de La Jonquera (Cataluña), Fuentes de Oñoro (Castilla y León) Canfranc (Aragón), Ayamonte (Andalucía) Biriatou (País Vasco) y Tuy (Galicia).

La iniciativa, promovida por los sindicatos UGT y CC OO bajo el lema La fatiga mata, se enmarca en una protesta simultánea en 65 países en el día internacional contra la siniestralidad laboral en el transporte. Reclaman a los Estados que fijen "jornadas razonables", que reduzcan el alto nivel de riesgo en el sector.

En España, según datos facilitados por los sindicatos procedentes de la Dirección General de Tráfico, en 2002 murieron 458 transportistas en accidente laboral y 371 profesionales en 2003. En el conjunto de sectores productivos, fallecieron 1.104 trabajadores en 2002 y 1.033, en el año 2003.

Decenas de sindicalistas se concentraron en los pasos fronterizos y el mayor problema de circulación se produjo en el acceso a Andorra desde Cataluña, por la N-145, que se colapsó por la mañana a lo largo de nueve kilómetros, según informó el Servei Catalá del Tránsit. También hubo dificultades en La Jonquera, con retenciones de unos 6,5 kilómetros, en dirección a Francia. La concentración de Biriatou de Irún causó retenciones de un kilómetro de longitud durante cerca de una hora, aunque tras la protesta el tráfico recuperó la normalidad.

En Fuentes de Oñoro (Salamanca), unos 400 transportistas españoles y portugueses se concentraron con sus vehículos bajo un fuerte control policial. Asimismo, profesionales de los dos países se desplegaron entre Ayamonte y Vila Real de Santo Antonio, con cortes intermitentes de carretera que dificultaron los accesos de automovilistas, a quienes informaron de sus demandas.

Los vehículos profesionales con más siniestralidad mortal son las furgonetas. Para ellos y para todo el sector, los sindicatos españoles y la federación internacional ITF reclaman que se limite la jornada laboral a un máximo de 48 horas semanales, que se potencien las inspecciones de control relacionadas con el cumplimiento de los tiempos de conducción y descanso, y que se prohíba que los conductores participen en labores de carga y descarga. El responsable de carreteras de UGT Abel Gómez reivindicó además "el reconocimiento de enfermedades profesionales para los conductores y una jubilación anticipada con coeficientes reductores". CC OO sumó también la necesidad de implantar un carné profesional y la mejora de la seguridad en las áreas de servicio.