Misuri, espejo de Estados Unidos
El Estado reproduce el tejido social y político de la sociedad norteamericana
Desde 1900 hasta el año 2000, el presidente que han elegido los norteamericanos en todas las convocatorias -excepto en 1956- ha sido el mismo que el elegido por los ciudadanos de Misuri. Cien años de coincidencia casi absoluta no pasan inadvertidos. Por eso, y porque el Estado representa el tejido político de la sociedad estadounidense, Misuri es uno de los lugares que hay que seguir más de cerca a medida que se aproxima el 2 de noviembre. Muy probablemente hasta ese mismo día no tomará su decisión Mike, un representante de comercio que la noche del pasado sábado llevó a su familia a comer alas de pollo a Garvey's, un local de ambiente deportivo en Oakville, a 25 kilómetros al sur de San Luis. Mike pertenece al 6% de norteamericanos que se confiesan indecisos: "No tengo claro mi voto, y no creo que lo tenga hasta el mismo día de la votación".
Hay 590.000 veteranos de guerra que apoyan mayoritariamente al presidente Bush
Octubre, tiempo de béisbol. Los Cardinals de San Luis juegan contra los Dodgers de Los Ángeles, y la ciudad se ha parado para ver el partido. En Garvey's, la expectación es tremenda. Mike aprovecha una pausa: "Odio tener que admitirlo, pero estoy en un momento en el que me oriento a elegir al que sea menos malo. No me ha impresionado positivamente lo que ha hecho Bush estos cuatro años, pero tampoco me atrae demasiado Kerry". Distraído por el partido, el indeciso Mike descubre una carta: "Me inclino a pensar que no conviene cambiar de presidente en tiempos como éstos. Yo creo que eso va a pesar mucho en mi voto y creo que eso es lo que le va a salvar a Bush".
Su mujer, Lynn, profesora de universidad, tampoco ha tomado la decisión: "Tengo reservas sobre los dos y no sé que valoraré más al final". Pero, en su caso, la guerra de Irak es un elemento importante. La hija de ambos tiene al novio en la Marina. No ha sido destinado, "pero ¿cuántos chicos tendrán que ir allí? Bush se equivocó al apresurarse demasiado en ir a la guerra. Me inclino más bien a votar por eso a Kerry, pero tengo abiertas las dos opciones". ¿Y sobre los Cardinals? La familia recupera la unidad: "¡Que ganen esta noche y que ganen el campeonato!" (El campeonato está en el aire, pero los Cardinals perdieron 4-0.)
El Boulevard Delmar es territorio liberal. Lisa cree que los habitantes de Misuri son escépticos -"éste es el Estado del demuéstramelo, como dice nuestro lema"- y críticos, y ella da ejemplo anunciando que votará por Kerry "porque es el menos malo de los dos". A su lado, Nanette añora a Howard Dean y lamenta que Kerry votara a favor de la Ley Patriótica de refuerzo de la seguridad hasta extremos sin precedentes. Lisa cree que se habla poco de los riesgos de los sistemas de votación y de si las minorías van a tener problemas para ir a las urnas.
En la acera, Raven Wolf toca el saxo y cuenta los billetes de dólar. A pocos metros, en uno de los santuarios de música y copas del barrio, el Blueberry Hill -Chuck Berry sigue actuando allí de vez en cuando; la próxima cita, el miércoles, a 25 dólares la entrada- tampoco Bush tiene una gran acogida: "Ni yo ni nadie de mi familia", dice Linda, sin dejar de fumar compulsivamente, "le votaremos. Es un belicista, un discriminador, un hombre que ha hecho mucho daño a este país". ¿Y si los sondeos que le dan una ligera ventaja al presidente se confirman, y Misuri coincide con el país y reelige a Bush? "Pues entonces volveremos a tener al presidente inadecuado", asume Linda.
Este Estado es algo más conservador que el conjunto de EE UU y los valores y la moral cuentan, tanto entre republicanos como entre demócratas. El referéndum celebrado el 3 de agosto sobre las uniones gays -un 71% de rechazo- le convirtió en el primero en que se prohíben los matrimonios entre personas del mismo sexo. "Jamás una cosa así tendría ninguna posibilidad de ser aprobada aquí", dice Peter, un republicano a punto de jubilarse que vive a 40 kilómetros del centro de San Luis. "Kerry es el liberal más izquierdista que yo recuerdo en muchos años. No tiene nada que hacer aquí". Eso debe pensar también el arzobispo católico de San Luis, que anunció hace meses que él negaría la comunión a Kerry por su apoyo al derecho a abortar.
Desanimado quizá por estos mensajes y por los sondeos que en septiembre le ponían siete puntos por debajo de Bush -que ha visitado 22 veces el Estado-, el demócrata aparentemente tiró la toalla y anuló publicidad televisiva en Misuri. Margaret, una profesional de la terapia clínica, no está de acuerdo: "Misuri no está perdido para Kerry. Somos muchos los que creemos que hace falta un cambio. La economía no va bien y la guerra ha sido una mala opción. Yo entiendo que algo había que hacer con Sadam Husein, pero sin recurrir tan rápidamente al uso de la fuerza. Ahora hay que reconstruir las alianzas internacionales para que no seamos nosotros solos los que paguemos la factura".
Muchos no comparten esa visión de Irak. En el Estado hay dos importantes bases militares y 590.000 veteranos de guerra, entre los que predomina el apoyo al presidente. Tim es uno de ellos: "Bush se preocupa más de la defensa que Kerry, que tiene un historial wishy-washy . Muchos creemos que el presidente va a ganar, pero no tanto porque se lo merezca, sino porque no nos fiamos de Kerry en estos momentos".
La puerta del Oeste
Misuri tiene casi 5,6 millones de habitantes. No es un Estado del Norte, ni tampoco del Sur. No es el Este ni el Oeste, pero tiene un poco de los cuatro puntos político-cardinales. El arco que se alza frente al Misisipí, en el centro de San Luis, y que simboliza la puerta de entrada al Oeste y la posición de encrucijada del Estado, marca el centro geográfico y en parte político de EE UU. Sus claves demográficas -edad media de sus habitantes, nivel educativo, ingresos, composición social- son las del país. El desempleo es del 5,5%, una décima superior a la media nacional. La única gran diferencia con el mapa de colores de EE UU es la baja presencia de hispanos, poco más del 2%, diez puntos menos que la media; en cambio, la población blanca es diez puntos superior (84%), como ocurre en todo el Medio Oeste. Los negros son el 11%, con gran concentración en el norte de San Luis.
En lo que Misuri refleja más al país entero es en el contraste entre los dos grandes núcleos urbanos en los que vive más de la mitad de la población y que tienen mayoría demócrata -San Luis y Kansas City, además de la ciudad universitaria de Columbia- y el resto del Estado, que es republicano. Bush ganó los 11 votos electorales de Misuri en 2000 con el 50,4% del electorado, frente al 47,1% de Gore. Al demócrata le perjudicaron sus posiciones a favor del control de armas y de defensa del aborto en un Estado lleno de cristianos evangélicos -forma parte del cinturón de la Biblia- y de veteranos y en el que hay una gran afición a la caza.
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