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Perfil | Neville Isdell

El veterano de las burbujas

Neville Isdell conoce bien el mundo de las burbujas. Es de hecho, a sus 60 años de edad, uno de los hombres más veteranos y respetados en el sector. Este ejecutivo de origen irlandés, nuevo presidente y consejero delegado de Coca-Cola, no es de los que se dedican a leer los posos de té para adivinar el futuro y tampoco le gusta hacer política, una práctica muy extendida en una compañía con la dimensión de Coca-Cola y que le está costando algún que otro disgusto frente a los inversores. "Si se pasa demasiado tiempo haciendo esto, uno no se concentra en las externalidades del negocio".

Licenciado en Sociología por la Universidad de Cape Town y graduado en Gestión por la Universidad de Harvard, Isdell entró por primera vez en el negocio en 1966, a través de la filial embotelladora de la compañía en Zambia. De allí saltó a Suráfrica (1972), Australia (1980) y Filipinas (1981). En 1985 fue nombrado presidente de la división centroeuropea de Coca-Cola, con la misión de reestructurar el sistema de embotellado. Le bastaron tres años para superar su primer gran reto en Alemania. Después fue designado presidente en el noreste europeo, Oriente Medio y África con la misión de abrir nuevos mercados para la marca en India, Oriente Medio, Este europeo y la antigua Unión Soviética.

En 1995, Isdell controlaba con su gestión como presidente del grupo en Europa un tercio de los ingresos de Coca-Cola en todo el mundo. En 2001, el irlandés dejaba la marca tras forjar la fusión con la embotelladora griega Hellenic Bottling Company. El éxodo de ejecutivos que durante los últimos meses ha vivido Coca-Cola obligó a la dirección del grupo a mirar hacia fuera y rescatar a Isdell para dar un golpe de timón al futuro de la compañía y sacarla de la profunda crisis de confianza que le castiga en Bolsa.

El pasado 4 de mayo el irlandés fue nombrado sucesor de Doug Daft como consejero delegado. Su talento, sus 35 años experiencia en el negocio y su amplio conocimiento de los valores sobre el que se sustenta la marca le hicieron el candidato ideal. Dos meses después se le sumó el cargo de presidente, un puesto que ocupada Steven Heyer. Isdell se convertía así en el decimosegundo presidente del consejo de administración en la historia de la compañía. "Si fabricamos un buen producto, con una buena publicidad y lo hacemos a un precio asequible, entonces estaremos construyendo una buena compañía. Así que manos a la obra".

SCIAMMARELLA

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