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Crítica:SEAT TOLEDO | 2.0 16v. TDi Stylance | PRUEBA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un diseño diferente, pero muy práctico

La evolución de las berlinas clásicas, según Seat, con cuatro puertas y maletero separado. El nuevo Toledo rompe con la imagen convencional de sus antecesores y propone un nuevo tipo de coche para intentar seducir a las familias jóvenes, que se inclinan cada vez más por los monovolúmenes. Aprovecha soluciones prácticas de estos coches, incluida la línea, pero añade un comportamiento dinámico, con matices deportivos, más parecido a los turismos porque no sacrifica la agilidad y la calidad de conducción. Y, sobre todo, aporta una imagen revolucionaria y arriesgada que lo desmarca de todos los modelos de su tamaño.

Entre berlina y monovolumen

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Estable y refinado

La línea del Toledo es original y exige acostumbrarse. Se trata de un cóctel entre monovolumen y berlina, con una altura a medio camino entre ambos y un maletero corto y disimulado. El frontal y el lateral hasta la segunda puerta son idénticos a los del Altea, con quien comparte también la mecánica. Luego el techo se prolonga por detrás e integra un amplio portón con una luneta semicircular que dan forma al maletero.

La solución es práctica, porque aporta una capacidad de carga de 501 litros, similar a la de las berlinas más grandes (Mercedes Clase S...) y un acceso más cómodo. Pero el diseño de la zaga recuerda al Renault Vel Satis y resulta un tanto extraña a primera vista. Aun así, representa una apuesta valiente de Seat, porque propone soluciones inéditas para intentar rejuvenecer la clientela del Toledo y parar la caída de ventas de estas berlinas en Europa. Además, la aerodinámica es correcta (CX: 0,32).

Capacidad y soluciones prácticas

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El diseño exterior permite al Toledo ofrecer un interior amplio y con una altura casi de monovolumen. Mide 4,46 metros de largo, sólo dos centímetros más que el modelo anterior, pero es 13 más alto y tres más ancho. Las plazas delanteras son muy desahogadas y atrás tiene nueve centímetros más de espacio para las piernas, lo que resuelve una asignatura pendiente sin sacrificar el maletero. Los respaldos posteriores se abaten y dejan el piso plano, aumentando la capacidad de carga hasta 1.440 litros. El sentido práctico se completa con muchos huecos: cajones bajo los asientos delanteros, portagafas, repisas, posavasos delante y atrás, bolsas en las puertas...

El interior presenta un diseño moderno con muchos detalles originales y una calidad de materiales y acabados notable. Destaca por su estilo deportivo, con detalles metalizados (cambio, consola...), instrumentación con relojes ovalados y unos asientos que sujetan bien en las curvas. Y tanto la suspensión como la mecánica tienen un carácter que recuerda a los GTI, porque combina eficacia, agilidad y confort para poder viajar a ritmos rápidos sin acusar las reacciones pesadas y los balanceos de los monovolúmenes.

Tres motores y cuatro acabados

El Toledo se vende con cuatro motores: 1.6 (102 CV) y 2.0 FSi (150 CV) en gasolina y 1.9 TDI (105 CV) y 2.0 TDi (140 CV). El primero y el tercero llevan cambio manual de cinco marchas, y los otros dos, de seis. Pero el FSi cuenta como opción con un automático secuencial Tiptronic de cinco, y el 2.0 TDi, con el secuencial DSG de seis. Además hay cuatro acabados -Reference, Sport, Stylance y Sport-up-, todos muy completos. El primero incluye ya seis airbags, ABS, aire acondicionado, radio-CD, cuatro elevalunas eléctricos... Y los dos superiores añaden el ESP y otros detalles.

Conclusión

El nuevo Toledo reúne el sentido práctico de los monovolúmenes y un comportamiento dinámico similar al de los turismos. Tiene una línea atrevida, un interior muy amplio y un maletero sobresaliente. Y aunque es algo caro, incluye un equipo de serie más completo de lo habitual.

El Toledo está basado en el Altea, pero con la parte trasera prolongada para ampliar el maletero. Tiene una línea monovolumen de estilo deportivo e incorpora la zaga de las berlinas con un diseño innovador.
El Toledo está basado en el Altea, pero con la parte trasera prolongada para ampliar el maletero. Tiene una línea monovolumen de estilo deportivo e incorpora la zaga de las berlinas con un diseño innovador.ENRIQUE BROOKING

DEPORTIVO Y FUNCIONAL

El diseño interior del Toledo busca la originalidad en las formas y los detalles, y aporta un estilo deportivo resuelto con gusto. Destaca el plástico del salpicadero, que imita la fibra de carbono, y que, junto a los trazos de la consola, la instrumentación y otros elementos, crea un ambiente atractivo y moderno. Pero el cuidado de la estética no sacrifica el sentido práctico. Así, la consola central metalizada flotante incluye una pantalla para el navegador y deja espacio debajo para el cambio y una repisa portaobjetos. Hay multitud de huecos, incluido un apoyabrazos muy ergonómico que permite alojar el cargador de CD.

El Toledo no ofrece los asientos traseros individuales ni las combinaciones de los monovolúmenes, pero la banqueta trasera es cómoda, salvo la plaza central, y tiene mucha altura y espacio para las piernas. Los respaldos se abaten por partes para ampliar la capacidad de carga desde 501 hasta 1.440 litros. Además cuenta con un maletero sofisticado que incluye una repisa debajo de la bandeja, perchas para bolsas, redes en los laterales y un falso fondo compartimentado bajo el piso.

La zaga es la zona más peculiar. Destaca la luneta semicircular, pero los pilotos traseros pequeños y el exceso de chapa provocan un aspecto pesado por detrás.

CUESTA COMO UN GOLF TDI

Aunque no son rivales directos, el Toledo 2.0 TDi cuesta lo mismo que un Golf con el mismo motor. No tiene la imagen de marca del VW, pero aporta un maletero más grande que potencia sus virtudes familiares.

En realidad, el nuevo Seat se sitúa a medio camino entre las versiones cinco puertas de los modelos compactos y las berlinas medias más pequeñas, aunque tiene una imagen diferente que lo distingue de todos ellos. Es 4.000 euros más caro que el Mégane Sedán, pero éste tiene 20 CV menos, prestaciones inferiores y no incluye ESP. La diferencia con el Octavia TDi se reduce a 2.700 euros, pero el Skoda tiene también menos potencia e incluye cuatro airbags menos y ESP opcional.

En cambio, el Toledo es 1.000 euros más barato que el Primera equivalente y 1.800 más asequible que el Volvo S40 2.0D. Y tienen un equipo de serie similar.

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