Amenazas
La historia que les voy a contar es cierta palabra por palabra y punto por punto. No sé si la mando por irritación, por desesperación, o por una necesidad de desahogo imperiosa. Soy, somos, porque afecta a mi mujer y a mis hijas, vecinos de Manzanares el Real, pueblo de la sierra de Madrid.
Considero que somos gente civilizada y pacífica. Hace casi dos años, mi hija fue testigo de una agresión por parte de unos vecinos del pueblo hacia una de sus amigas -tenían en esa época nueve años-. Como la madre de esta amiga puso una denuncia contra estos vecinos en la Guardia Civil del pueblo mi hija (nosotros) accedimos a acudir como testigo de esa agresión. Desde entonces y constantemente estamos recibiendo agresiones y amenazas de esta familia, hermanas y padres contra mi mujer, hija mayor y contra la pequeña, de cinco años, sin saber qué hacer y cómo actuar.
Hemos interpuesto denuncias contra ellas, por agresiones con partes de daños médicos, insultos, amenazas, rotura de coche... y lo único que conseguimos es seguir igual, pero con la diferencia de que esta gente se envalentona cada vez más y tenemos miedo, miedo real, a que cumplan sus amenazas de muerte, como han prometido.
¿La ley? En este caso no parece existir; ellos hacen lo que quieren impunemente y nosotros, pidiendo ayuda a la ley no conseguimos vivir en paz. Estamos evitando todo enfrentamiento con esa familia con la idea de que la ley nos ayudará.
Hemos conseguido una orden de alejamiento contra una parte de su familia, pero la incumplen constantemente y tanto la Guardia Civil y el Juzgado de Colmenar lo único que dicen es que mientras no haya delito de sangre, no hacen nada. ¿Qué pasa con el expediente abierto desde hace dos años en el Juzgado 3 de Colmenar Viejo?
