Morientes: "Owen es un fichaje del presidente y yo no estoy aquí para quejarme"
"¿Quieren que me queje? ¡Pues me quejo!", dijo ayer Morientes entre irónico y molesto. Le acababan de sugerir, en la conferencia de prensa que diariamente se celebra tras el entrenamiento del Madrid, que si Owen había jugado contra el Deportivo era porque se había quejado públicamente de no disponer de los minutos necesarios. El claro lamento de Owen se anticipó a su primera titularidad en la Liga, el domingo. La decisión de alinear al inglés supuso además un giro en el criterio mantenido por Mariano García Remón. Hasta entonces había dado más minutos a Morientes. Y ayer Morientes se mostró incrédulo.
El delantero extremeño se apresuró a lanzar uno de esos mensajes esotéricos, como quien no quiere la cosa, contra Florentino Pérez. Dijo: "Owen es un fichaje del presidente y el presidente estará contento con él, pero todos saben quién es Owen y lo que ha hecho en el mundo del fútbol. Yo no estoy aquí para quejarme".
Esta declaración, de apariencia inocua, tiene muchas lecturas políticas en la pequeña atmósfera del Bernabéu. Morientes se siente todo un triple campeón de la Copa de Europa frente a un Owen de apariciones más humildes. Además, sabe que si sigue en el club no es porque la actual directiva le tenga un gran aprecio. Es sólo porque José Antonio Camacho se lo pidió. Negoció con él su continuidad en el Madrid tras hablar con Pérez. El presidente dio el visto bueno, pero a los pocos días fichó a Owen para presentarlo como su quinto galáctico. Así, Owen llegó con el suficiente respaldo para quitarle a Morientes los minutos que Camacho le prometió.
La renuncia de Camacho dejó a Morientes un poco más aislado que a Owen. Al delantero español sólo le queda el respaldo de sus amigos en el vestuario -Raúl el primero-. Al inglés le queda el respaldo de la directiva, pues, como dice Morientes, "es un fichaje del presidente".
Una traición
Morientes debió de sentir una gran frustración cuando el club contrató a Owen y una traición cuando Camacho dio el portazo. Ayer admitió que jugar -requisito que exigió a Camacho- lo tiene complicado: "Difícil está, pero decidí quedarme por unas conversaciones con el anterior técnico. Y luego, si pasamos de tres delanteros a cuatro, las cosas cambian. En el partido contra el Depor, si hubiéramos sido tres [Ronaldo, Raúl y él], yo habría tenido más minutos. Pero el entrenador [García Remón] se decidió por Owen porque buscaba velocidad y no hay que darle más vueltas".
"Sé cómo funciona esto desde hace mucho tiempo y esperaré mi oportunidad", agregó Morientes, que, entre ironías, admite ser "un especialista del banquillo". Después de su exitosa temporada en el Mónaco, la pasada, el regreso a la suplencia en el Madrid no parece haberle hundido anímicamente, pero podría alejarle del equipo en el mercado invernal de diciembre. Morientes dice que deja "las puertas abiertas".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.