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Reportaje:DISCURSO DEL NUEVO PRESIDENTE DEL PARTIDO POPULAR | EL XV CONGRESO DEL PARTIDO POPULAR

Rajoy: "España nos está esperando y vamos a cumplir"

"En el PP hay sitio para todos los que quieran al PP y sirvan al PP"

El primer discurso como presidente del PP sirvió a Mariano Rajoy para trasladar a sus militantes y a los votantes que su partido está preparado para relevar al PSOE en el Gobierno "si las cosas se tuercen". Lo que sigue es un amplio resumen de su alocución:

EL FUTURO DEL PP "Un partido dispuesto"

"Aquí hay un partido dispuesto, con personas, con proyectos y con ideas. Sobre todo con una idea muy clara del rumbo que quiere para España. Dos agradecimientos personales. Somos un partido tan joven que nuestro fundador todavía nos acompaña. Gracias don Manuel por haber hecho posible que este partido exista y que hayamos celebrado ya 15 congresos. Gracias, muy emocionadas, a José María Aznar, nuestro presidente de honor.

"He padecido el sectarismo y no lo voy a practicar. Soy enemigo de cualquier forma de intolerancia, de discriminación. No debe extrañar a nadie. Eso es el PP"
"Hace seis meses que en España no se habla de pleno empleo. ¿Qué ocurre? ¿Es que, porque gobiernan los socialistas, debemos renunciar a conseguirlo?"
"Necesitan echarnos la culpa de todo lo malo que ocurra en España. Necesitan descalificarnos como alternativa. Saben que sólo pueden ganar sin competidor"
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Este congreso ha servido para poner el partido, el proyecto y nuestras ideas al día. Para asegurarnos de que no perdemos el contacto con la realidad. Para revisar nuestra oferta política y asegurarnos de que tenemos una respuesta preparada y de que es la mejor respuesta.

Hemos renovado la dirección, afinado el proyecto, engrasado la estructura. Estamos ya en condiciones de ofrecer a los españoles una alternativa, sólida, solvente y fiable para el Gobierno de España. Queremos decir a los españoles que estamos ya preparados; que podemos corresponder a su confianza tan pronto como nos reclamen.

Para millones de españoles es muy tranquilizador saber que, si las cosas se tuercen, pueden contar con el PP para poner remedio. Salimos de nuestro congreso con un proyecto de convivencia y de prosperidad más atractivo que el que ofrecen otros.

Vivíamos hasta hace muy poco en una España próspera, laboriosa, optimista, segura de sí misma, confiada en el futuro. Crecíamos más que nadie en Europa, creábamos más empleo, la gente tenía más dinero en el bolsillo, aumentaba nuestro peso en el mundo. Ganábamos cada día influencia política, influencia económica y presencia empresarial en todos los rincones del planeta.

Los españoles estaban satisfechos con aquella España del PP porque ofrecía oportunidades, seguridad y confianza. Les gustaba esa España animosa que logró algo tan difícil como recuperar el orgullo de ser español.

ELECCIONES 14-M "Pasó lo que pasó"

Pero el 14 de marzo pasó lo que pasó. Todos sabemos lo que pasó. Sabemos, también, porqué pasó. Pero eso es ya el pasado. Ahora gobierna el partido socialista. Su primera obsesión ha sido echar por tierra todos los avances del PP. Desde entonces, ninguna tarea les ha entusiasmado tanto como desmantelar nuestra labor, frenar el desarrollo y llenar de sombras lo que era un horizonte de esperanzas. Desde una posición inequívocamente sectaria, pretenden encarnar el bien. Monopolizarlo. En consecuencia, todo lo que haya hecho el PP tiene que estar mal por necesidad. Esto no parecerá tan chocante si se considera que el PSOE no contaba con la victoria electoral, que no se había preparado para gobernar. Hay ya muchos españoles alarmados. Es normal que la gente se inquiete ante un Gobierno que no habla claro, que oculta sus intenciones, que pastelea con los independentistas y que ya está fabricando parados.

PRESIDENTE ZAPATERO "Sólo 'buen rollito"

Del presidente del Gobierno prefiero no hablar o hablar muy poco. La razón es que pretendo hacerlo en serio, pero ni las cosas que hace ni las que dice me lo permiten.

Tenemos un presidente que no quiere guerras, ni terrorismo, ni malos modos, ni pobres. Yo me pregunto ¿Es que hay alguien que quiera guerras, terrorismo, malos modos o pobres? El señor Rodríguez Zapatero no los quiere. Y además dispone de fórmulas inéditas y maravillosas que están abriendo los ojos a la humanidad. Su aportación más conocida a la teoría política es el talante, eso que los jóvenes llaman el buen rollito, porque, como él dice, si nadie robara, no habría robos, y si todos fuéramos buenos nadie sería malo. ¿Se puede concebir una verdad más sólida? Con ese discurso cada vez más próximo a la extravagancia, con esa escalada de ocurrencias a cual más peregrina, se esfuerza en demostrarnos que las cosas siempre pueden ir a peor.

¿Se cree el presidente estas perogrulladas (lo cual sería muy grave) o se refugia en ellas para disimular su incapacidad política? ¿Es tan candoroso como aparenta o difunde estas simplezas para tenernos distraídos? ¿Desbarra o pretende embaucarnos?

Todo pudiera ser porque, sin duda, necesita distraernos. Necesita disimular que carece de proyecto conocido en todos los campos. Porque no consta que tenga un plan, ni para mejorar el bienestar de los españoles, ni para llevar agua al Levante español, por poner un par de ejemplos. Es que ni siquiera lo tiene para reformar la Constitución.

Esa falta de proyecto se comprueba con facilidad sin más que ver el entusiasmo con que sus ministras y ministros de cuota dan palos de ciego, ofrecen brindis al sol, lanzan promesas pintureras y, luego, rectifican. Cada comparecencia pública de los ministros es una caja de sorpresas.

Recientemente han lanzado toda una batería de propuestas para la emigración -todas descabelladas- que tuvieron la rara habilidad de irritar al mismo tiempo a sindicatos, empresarios y organizaciones de emigrantes.

Yo me conformaría con que este desconcertante Gobierno mostrara un criterio, bueno o malo, pero uno. Si se le piden explicaciones al presidente, ni sabe ni contesta.

Están en una posición muy incómoda porque a su carencia de ideas se suma su debilidad parlamentaria. Porque no obtuvieron un respaldo mayoritario y porque, además, no han sabido, o no han podido, alcanzar un pacto estable de legislatura.

Los ocho años de Gobierno del PP han dejado el listón muy alto y los socialistas no se sienten en condiciones de competir ni en el empleo, ni en la economía, ni en el bienestar, ni en el agua, ni en nada. Y lo saben. Por eso, para intentar sobrevivir políticamente, no hacen otra cosa que denigrar al PP, pagar las hipotecas de sus socios independentistas ... y las de Llamazares... y situar las prioridades de la agenda política en cuestiones que a bien pocos interesan.

Necesitan echarnos la culpa de todo lo malo que ocurra en España. Necesitan descalificarnos como alternativa. Saben que solamente pueden ganar si desaparece el competidor. Por eso se han consagrado a la demolición, al aniquilamiento de todo lo que el PP haya realizado y de todo lo que el PP representa en España.

CHANTAJE PARLAMENTARIO "Debatir el ser de España"

Están sometidos al capricho y al chantaje constante de sus "amigos" parlamentarios, esa especie de tripartito en la sombra, que constituye la auténtica esencia de este Gobierno. Sin criterios, sin un serio programa de Gobierno, sin una mayoría estable de apoyo, no nos debe extrañar que no se afronten los auténticos retos de la sociedad española y que, sin embargo, volvamos al viejo debate sobre el "ser de España".

Denigrar el pasado, pagar las hipotecas de los socios y crear problemas donde no los había, resume su labor de Gobierno. Nuestras prioridades son las prioridades de España y de los españoles. ¿Qué cosas preocupan a la gente? Hoy se concretan en tres prioridades: la inestabilidad, el desempleo y el terrorismo.

A los españoles les preocupa la inestabilidad, y se intranquilizan cuando perciben intenciones poco claras. Saben que se quiere cambiar algunas cosas en la estructura del Estado que nos costó mucho acordar y que han funcionado bien. Esto siempre es inquietante.

REFORMA DE ESTATUTOS "Cambios con estabilidad"

Me niego a que se esté revisando lo que es España cada veinticinco años. Es disparatado. No es posible fomentar el progreso de España si no sabemos de qué hablamos cuando decimos España. En el PP defendemos una idea de España estable, solvente y unida. Una España que ofrezca una imagen sólida, segura de sí misma, que nos permita decir: esto somos y esto queremos seguir siendo. Una cosa es aprovechar la riqueza de nuestra diversidad y otra dispersar los esfuerzos a cuenta de las diferencias y malgastar nuestra energía en delirios que a casi nadie importan.

Donde otros se empeñan en fragmentarla, nosotros, con la inmensa mayoría de los españoles, vamos a defender la España que tenemos, la España constitucional, unida, integradora, y solidaria. ¿Es que no estamos dispuestos aceptar ningún cambio? Sí, señor. Estamos abiertos a los cambios que sirvan para mejorar, que respondan a necesidades reales de los españoles y que no representen un riesgo para la estabilidad institucional de nuestro país.

Todo lo contrario de lo que el Gobierno se trae entre manos: cambios mal definidos, que no sabemos cómo van a terminar, y para atender necesidades que la mayoría no necesita. Esto es una frivolidad en la que el PP no va a participar. Lo menos que se puede pedir a quienes gobiernan, aunque no hagan ninguna otra cosa, es que respeten el patrimonio común, que no lo hagan trizas.

BIENESTAR SOCIAL "Conquistar el pleno empleo"

A los españoles les preocupa el bienestar y el empleo. Lo que nosotros ofrecemos es la posibilidad de alcanzar el mismo nivel de empleo, de renta y de bienestar que disfrutan los países más adelantados. No sé qué es lo que se proponen los socialistas, pero el PP dice que los españoles queremos estar entre los mejores. No es un propósito vano. Somos capaces de conseguirlo: España lleva ocho años ganando puestos; nos avala una base de partida muy sólida. Salvo que los socialistas se empeñen en estorbarlo, podemos dar ese salto definitivo que arrincone nuestros retrasos del pasado en el olvido.

Ésta es una prioridad irrenunciable: queremos consolidar lo hecho y dar el paso que nos falta para disfrutar el mismo nivel de riqueza, de bienestar y de empleo que los países más avanzados de la UE. Si los socialistas no quieren, no pueden o no saben hacerlo, se lo echaremos en cara todos los días. No sé bajo qué piedras irán a buscar las excusas. No dejaremos que engañen a los españoles, porque es posible alcanzarlo, nosotros sabemos hacerlo y hemos preparado al país para lograrlo.

Además queremos conquistar el pleno empleo. Hace seis meses que en España no se habla de pleno empleo. ¿Qué ocurre? ¿Es que ahora porque gobiernan los socialistas debemos renunciar a conseguirlo?

Nosotros afirmamos que se puede alcanzar el pleno empleo en España y hemos demostrado que es posible hacerlo en esta década. Naturalmente, mejorar el bienestar de los españoles y avanzar hacia el pleno empleo exige una política económica seria que evite el despilfarro, fomente las infraestructuras e inspire confianza. No es posible que progrese la economía con un Gobierno que apuesta por el déficit, paraliza las obras públicas, y siembra toda clase de incertidumbres frívolas, irreflexivas, como las que provocan los ministros cada vez que abren la boca.

¿Qué ha sido de la concertación social? Con el Gobierno popular existía el diálogo social. ¿Qué es lo que ha hecho este Gobierno? Una foto en la puerta de la Moncloa. Ha citado a los interlocutores sociales sin documentos, sin propuestas, sin ideas, sin nada, salvo el talante. Cada día está más claro que esa historia del talante no es más que una coartada para eludir compromisos y disimular incapacidades.

Parte importante del bienestar son las políticas sociales: la educación, la sanidad, la protección a la familia, la mejora de los servicios públicos, o el programa de vivienda. Y no me olvido, porque hoy día no podemos olvidarlo, de los retos que nos plantea la inmigración.

PACTO ANTITERRORISTA "Abierto a otros partidos"

A los ciudadanos les preocupa, más que ninguna otra cosa, el terrorismo. Yo creo que no existe ninguna duda respecto a nuestra actitud y nuestra capacidad en este terreno. Mantenemos y queremos seguir manteniendo un pacto con el PSOE.

Es bueno para España que este pacto continúe. Sería bueno que otras fuerzas políticas se incorporaran al pacto y suscribieran sus planteamientos. Nosotros estamos abiertos a esto. Cosa distinta sería que para que otros se incorporen debamos eliminar lo que les incomoda y, con ello, adulterar el pacto y convertirlo en papel mojado.

Hoy quiero felicitar a las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado por las detenciones de la cúpula de ETA. Sé lo que habrán sentido y sé que ha sido una operación difícil. Les felicito a ellos y también a su jefe, el ministro del Interior.

POLÍTICA EXTERIOR "Bandazos al andar"

Por lo que se refiere a la política internacional, nuestro propósito es que España adopte una actitud comprensible y razonable. Una política exterior que esté en sintonía con la que se ha ido desarrollando los últimos 25 años.

Han bastado seis meses de Gobierno socialista para que nadie sepa ni dónde estamos ni cuál es nuestro rumbo. Lo malo de mezclar la poesía con la política es que se confunden las metáforas con la realidad. Y así ocurre que cuando se hace camino al andar se dan muchos bandazos. No se sabe con quién estamos hoy ni a quién nos arrimaremos mañana. Hoy con Rabat, mañana con el Frente Polisario.

En junio los socialistas aprobaron en la ONU el apoyo a Irak y recomendaron a todo el mundo que enviara tropas. El mes pasado, Zapatero dijo en Túnez que mejor sería que se fueran todos de Irak. ¿Cómo nos van a tomar en serio?

Hace muy pocos días, el presidente del Gobierno visita a la ONU y lee un bonito discurso que hubiera estado muy bien en Porto Alegre o en el Fórum de Barcelona pero que ante la Asamblea General de la ONU sólo sirvió para que todo el mundo se pregunte perplejo si tenemos alguna política internacional propiamente dicha.

Estamos en Europa pero no sabemos cómo, porque ahora por lo visto hay dos; una vieja y otra nueva. El PSOE, dada su edad, se inclina más por la vieja. ¿Qué gana España con esto? Nadie lo sabe porque desde que estamos con la vieja nos dejamos ganar todas las partidas.

Confieso mi inquietud. El PP no puede permanecer indiferente ante una política exterior errática que parece extraída del Calendario Zaragozano. España no se merece esto. Los países serios tienen políticas internacionales estables y previsibles.

Voy a poner de mi parte todo lo que sea necesario para que en España se recupere el consenso en política internacional. Del mismo modo que compartimos con el PSOE un pacto para asegurar que la política antiterrorista no sufrirá variaciones aunque cambie el Gobierno, yo quiero que España tenga una política exterior seria, sólida, consensuada y estable. Le digo al presidente que estoy dispuesto a buscar un acuerdo. No será fácil pero por mi parte no faltará la voluntad.

No creo yo que deba ser imposible pactar una política que apuesta por la UE, Iberoamérica, mantiene los vínculos trasatlánticos y atiende al Magreb.

Europa es nuestro referente principal y nos impone dos objetivos: contribuir a su desarrollo -ahí está el desafío de la Constitución- y asegurar la defensa de nuestros intereses. El PP defenderá la Constitución Europea. No es la que más nos hubiera gustado, pero eso es ya agua pasada. Europa la necesita, es la que se ha consensuado y contiene muchas más cosas buenas que malas.

El otro gran objetivo europeo consiste en defender los intereses españoles. Cuanto mejor se defiendan estos, será más fácil que los españoles voten en el referéndum... y al revés. Por eso conviene que el Gobierno se preocupe de no perder ni un solo partido en Bruselas.

Iberoamérica es un eje prioritario de nuestra política exterior. La política trasatlántica, y en especial las relaciones bilaterales con Estados Unidos, es tan indiscutible que nadie en su sano juicio la rechaza. El Magreb es nuestro vecino del sur y un componente indispensable en toda la política mediterránea y en nuestras relaciones con el Oriente Próximo.

EL SENTIDO DEL DIÁLOGO "Con criterio y contenidos"

Una de las enseñanzas que he aprendido en mi vida política es la de que, sin dejar de permanecer atento a lo inmediato, hay que saber distinguir lo que es importante de lo que lo parece y no permitir, nunca, que lo urgente impida hacer lo necesario.

El sentido de la responsabilidad nos obliga a desechar la conveniencia del cortoplacismo, el ventajismo político inmediato, el fuego de artificio para la galería.

Quiero dirigirme de manera muy especial a los jóvenes. Tenemos la obligación de rechazar el pesimismo, porque no es buen compañero de camino. Tengo la firme convicción de que lo mejor está aún por llegar. Mi optimismo nace de que sé que España dispone hoy de la más preparada y capacitada generación de jóvenes que ha tenido en su historia.

Yo no me creo en posesión de la verdad. Me gusta dialogar con todo el mundo. Voy a estar muy atento a lo que digan los ciudadanos y voy a estar abierto al resto de las fuerzas políticas. Pero no voy a confundir el diálogo con la falta de ideas o de criterio. Zapatero persigue el diálogo por el diálogo y no se preocupa de los contenidos. No se hace nada, pero se dialoga.

EL ESTILO DE RAJOY "Enemigo de la intolerancia"

Otro componente del estilo que me propongo desarrollar es la lucha contra el sectarismo, esa peste corrosiva que aniquila toda posibilidad de convivencia.

Es sectario quien discrimina a las personas por razón de sus ideas, de su origen o de su sexo; quien utiliza una vara para medir sus propio actos y otra para los ajenos; quien antepone los intereses de su grupo a los intereses generales.

Que no se espere de mí nada de esto. Es sectario también quien, por puro interés partidista, da una patada al tablero y modifica las reglas de juego, como se propone hacer el Gobierno con la elección del Consejo General del Poder Judicial.

Esto es exactamente lo que yo no quiero ver en el PP. Las instituciones pertenecen a todos y no son patrimonio del partido que gane las elecciones. He padecido el sectarismo y no lo voy a practicar. Soy enemigo declarado de cualquier forma de intolerancia, de cualquier forma de discriminación de las personas por razón de su raza, de sus creencias religiosas, de su inclinación sexual o de sus simpatías políticas. No debe extrañar a nadie. Eso es el PP.

Quiero que el PP sea previsible. Que no haya dudas sobre nuestro respeto a las reglas de juego, porque quiero habitar un país civilizado y que los españoles podamos fiarnos unos de otros.

Presidir el PP es la mayor responsabilidad que he alcanzado en mi vida. Os aseguro que la asumo con enorme ilusión y con el propósito decidido de ser el primero en todo y no defraudaros. Tenemos por delante una tarea que será cualquier cosa menos fácil. En el PP hay sitio para todos los que quieran al PP y sirvan al PP. Quien no quiera arrimar el hombro, quien pretenda que el partido esté a su servicio, quien quiera servirse de los votos y de los puestos que pertenecen al PP, se ha equivocado de partido.

En esta tarea que me habéis pedido que dirija no caben personalismos, ni ambiciones menudas, ni caracteres derrotistas. Aquí se viene a trabajar por España con garra, con convicción, con espíritu de sacrificio y con una ilusión inagotable. Porque no está en juego mi futuro ni el de las personas que me acompañan en este Comité Ejecutivo. No se trata de que nosotros tengamos éxito, sino de que lo tenga el PP, que eso es lo que nos importa a todos y eso es lo importante para España.

España nos necesita, España nos está esperando y vamos a cumplir. Somos un partido nuevo. Literalmente somos el único partido nuevo que hay en España, el único que es hijo de la España de hoy, el único que no arrastra polvos y telarañas del pasado.

Otros presumen de vejez porque nacieron en el siglo XIX. Nosotros presumimos de juventud y de ser hijos de nuestro tiempo. Algunos viven de cara al pasado, rumiando nostalgias y arrastrando goteras hereditarias.

Ellos, con sus sectarios pleitos anacrónicos, se empeñan en dividir a los españoles; nosotros miramos por la unidad y por la solidaridad de todos.

EL PROYECTO DEL PP "Moderación y sensatez"

Hemos puesto al día nuestro proyecto, pero no hemos variado nuestras convicciones. Nos hemos reafirmado, como partido de centro, en los valores que han hecho de las sociedades europeas la vanguardia de la libertad, la igualdad, la justicia, el progreso y la prosperidad. Hablamos el lenguaje de la moderación, de la sensatez, de los derechos cívicos y sociales, de la tolerancia y, sobre todo, de la responsabilidad en la gestión eficaz de los asuntos públicos.

Las sociedades que han combinado mejor el avance hacia lo nuevo y la conservación de lo que merece la pena ser conservado han sido las sociedades gobernadas por el centro. Con lo mejor de esa tradición, con el firme compromiso de centro que en este congreso renovamos, aspiro a que dirijamos la nave del PP al encuentro con la mayoría de los españoles.

Los ciudadanos están ahí fuera. Cuando salgáis de aquí recordad que os están esperando, que cuentan con vosotros. Quieren percibir un partido animoso, firme en sus convicciones, generoso en su dedicación, leal en sus compromisos.

Un partido honrado. Un partido que, ocurra lo que ocurra en España, sirva de referencia para esa mayoría de españoles, amantes de la libertad y de la justicia, que quieren convivir tranquilos en una España próspera, unida y solidaria. La España del PP.

Eso es lo que os piden y a eso es a lo que yo me comprometo con todos vosotros. A luchar sin descanso hasta que, con la ayuda de los ciudadanos, podamos devolver a España esa confianza que tenía en su propio futuro y que se le ha extraviado. Nosotros vamos a recuperarla.

Mariano Rajoy, en un momento de su discurso en la clausura del congreso del PP.
Mariano Rajoy, en un momento de su discurso en la clausura del congreso del PP.BERNARDO PÉREZ
El líder del PP posa junto a las mujeres de la nueva ejecutiva del  partido.
El líder del PP posa junto a las mujeres de la nueva ejecutiva del partido.BERNARDO PÉREZ

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