Ópera y jota en torno al palacio
La representación de 'La Dolores' traspasa los muros del Teatro Real y sale a la calle
Como ya hiciera hace un año con la representación de La Traviata, de Giuseppe Verdi, el Teatro Real ofreció anoche la ópera La Dolores (1895), del salmantino Tomás Bretón, a través de una pantalla de 40 metros cuadrados que se instaló en la fachada principal del teatro, en la plaza de Oriente.
Esta iniciativa volvió a repetir su éxito de convocatoria de hace un año, y permitió seguir en directo el espectáculo a unas 6.000 personas que, aprovechando la agradable temperatura, se congregaron delante del Teatro Real, muchas más que las 1.600 butacas que, con la colaboración del Ayuntamiento, el teatro instaló en la plaza para su uso por el público. Así, cientos de espectadores se acomodaron en los jardines de la plaza para disfrutar de la representación, que siguieron animadísimos, con bailes de la famosa jota incluidos.
La Dolores, en cuya valiosa recuperación han participado la Fundación Autor y la Fundación de la Zarzuela Española, cuenta con la dirección musical de Antoni Ros Marbá y la dirección de escena de José Carlos Plaza, al frente de un reparto encabezado por Elisabete Matos, Ángel Sdena, Alfredo Portilla, Darío Schmunck y Stefano Palatchi.
Plaza, que se ha rodeado de sus colaboradores habituales, Francisco Leal y Enrique Martí en la escenografía y Pedro Moreno en los figurines, se aleja del cariz naturalista de la obra para resaltar su mito literario, pero despojándola de cualquier tipo de referencias localistas, en consonancia con la visión de esta Dolores, sustentada por la refinada batuta del maestro Marbá.
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