El Mónaco llama dos veces
El Depor repite un partido desastroso en el Principado ante un rival que pudo golear al contragolpe
En la Costa Azul, el Deportivo tuvo un dèjá vu. Se vio otra vez en el extraño coliseo de plástico del estadio Luis II de Mónaco y a los diez minutos estaba viviendo otra vez la pesadilla del año pasado. En sus dos primeros contragolpes, el Mónaco dejó ultimado al Depor. No le faltaron ocasiones al cuadro francés durante la primera parte para recrear la saña con que machacó a su rival hace unos meses, en aquel 8-3 que batió marcas en la Liga de Campeones. Le faltó la precisión de entonces para agrandar el destrozo de un Depor que tuvo la pelota casi toda la noche y no le sirvió para nada.
Ya no estaban los héroes de la anterior ocasión, Giuly, Prso y Rothen. Esta vez aparecieron Abdebayor, Saviola y Kallon. A Didier Deschamps le han desguazado el equipo con el que llegó a la final de la Copa de Europa y, en unas semanas, parece haber armado otro grupo que no se distingue mucho del anterior. Anoche, al menos, Deschamps repitió al milímetro el guión de hace unos meses y, pese al cambio de actores, el resultado no varió mucho. El Mónaco cedió la pelota al Depor, le atosigó por todas las esquinas del campo y lanzó balones cruzados que buscaban sobre todo a Saviola y Adebayor, gente a la que le viene al pelo ese tipo de juego. En unos minutos, el Depor se encontró con una minuciosa reproducción de la pesadilla. Otra vez su incapacidad para superar la presión del Mónaco, de nuevo las oleadas de contragolpes y la formidable precisión de un rival que marcó en sus dos primeras irrupciones en el área. Y otra vez también el punto inevitable de mala fortuna.
MÓNACO 2 - DEPORTIVO 0
Mónaco: Roma; Squilaci, Rodríguez, Givet; Farnerud, Macon, Zikos (Diego Pérez m. 58), Evra (Modesto m. 83); Saviola, Adebayor (Chevantón m. 76) y Kallon.
Deportivo: Molina; Manuel Pablo, Andrade, Pablo Amo, Capdevila; Sergio (Scaloni m. 46), Duscher; Víctor, Valerón, Fran (Munitis m. 64); y Pandiani (Luque m. 57).
Goles: 1-0. M. 5. Largo pase cuyo centro remacha Kallon, quien había arrancado en fuera de juego. 2-0. M. 10. Contragolpe del Mónaco a la salida de un córner a favor del Deportivo, que culmina Saviola a pase de Adebayor.
Árbitro: Stefano Farina (Italia). Amonestó a Sergio, Andrade y Evra.
Unos 15.000 espectadores en el Luis II.
Irureta tampoco había variado mucho su respuesta a la fórmula de Deschamps, y el Depor volvió a arriesgar alejando su defensa del área. En dos acciones al límite, como fueron los dos goles del Mónaco que resolvieron el choque en un suspiro, el árbitro se equivocó contra el Depor: por centímetros, Kallon en el primero, y el imparable Adebayor en el segundo arrancaron en fuera de juego. El Depor vivió desde entonces una desesperación que le resultaba muy conocida. Tuvo la pelota, pero sólo para masticar el juego en zonas sin peligro. Los contragolpes del Mónaco iban cayendo como latigazos inapelables y puntuales, cada uno con una trompeta que anunciaba el gol. El Depor sólo inquietó con un tiro cruzado de Víctor tras un fallo de Squilaci y, al borde del descanso, en la primera vez que Valerón y Fran fueron capaces de abrir un claro cerca del área del Mónaco. Pandiani remató de bruces a la portería, pero el guardameta Roma demostró que él sí ha cambiado respecto al año anterior. Ayer, hasta pareció bueno.
Fran, como en los últimos partidos, fue la garantía de que al Depor no se le iba a escapar la pelota. Pero también quedaron de manifiesto los problemas que genera su posición. Para buscar compañía en el toque, Fran se cierra y se retrasa hasta cerca del círculo central, por donde viven Valerón y los medios centros. Aunque la combinación funciona para controlar el juego, deja al equipo demasiado lejos del área. Y Pandiani es un planeta aparte. Así como en todos los partidos engancha algún remate, no se puede contar con él para nada que tenga que ver con lo demás.
Y en ese sin jugar se fue consumiendo el Deportivo. Hubo un rato, al comienzo del segundo acto, en que pareció que aún estaba en condiciones de aferrarse al partido. Quizás fuese porque el Mónaco bajó la intensidad. Irureta intentó cambiar la marcha al equipo con los ingresos de Luque y Munitis, sin que el juego del Depor saliera de su intrascendencia. Al final, el partido terminó como empezó, con el Mónaco tirando contragolpes de todos los colores. Saviola, entre otros, perdió la ocasión de hacer que le recuerden en Barcelona. Otra vez la sensación de estar viviendo lo mismo por segunda vez y en circunstancias mucho peores. Lo del año pasado no dejó de ser un accidente en medio de la abundancia. Ahora el Depor corre el riesgo de arruinar la temporada en dos meses. Ahora es como si el Depor jugase todas las semanas contra el Mónaco.
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