Campos vincula el cambio del Consell al "boicot" del Gobierno socialista

El vicepresidente del Consell, Víctor Campos, vinculó ayer la remodelación del Gobierno valenciano llevada a cabo el pasado mes de agosto con los cambios sufridos por el mapa político español tras las generales del pasado mes de marzo y con la actitud del nuevo Ejecutivo central y de los gobiernos socialistas de comunidades limítrofes, que, según dijo, "están boicoteando e intentando paralizar el futuro" de la Comunidad Valenciana. Campos hizo esta afirmación durante su comparecencia en las Cortes para informar de las líneas generales de su política, dentro de la serie de comparecencias en las que participan los nuevos consejeros y los que han cambiado de cartera. Ayer intervinieron también el responsable de Justicia y Administraciones Públicas, Miguel Peralta, y el de Cultura, Educación y Deporte, Alejandro Font de Mora.

Los portavoces de la oposición criticaron la remodelación del Consell por considerar que vino motivada por la crisis interna del PP y la descalificaron porque, en su opinión ha sido "técnicamente, un bodrio; políticamente, un sinsentido; y socialmente, un despropósito" y porque, además, ha supuesto un sustancial incremento de la nómina de altos cargos. Tanto el portavoz adjunto del PSPV, Antoni Such, como el de EU-L'Entesa, Joan Antoni Oltra, achacaron el ascenso de Campos a su condición de "delegado" en el Consell de Carlos Fabra, quien, aseguraron es el "padrino, en el peor sentido de la palabra", del nuevo vicepresidente.

Campos calificó de la remodelación de "equilibrada" y recordó que comunidades como Castilla-La Mancha y Andalucía, con 15 consejeros, y Cataluña, con 17 integrantes del Govern, superan al Consell.

Por otra parte, el PP rechazó en el pleno las enmiendas a la totalidad al proyecto de ley de suelo no urbanizable, que la oposición considera que empeora las cosas y favorece a constructores y concejales sin escrúpulos.