Dimiten dos concejales del equipo de gobierno de Majadahonda tras unos disturbios en las fiestas

Los concejales de Fiestas y Seguridad de Majadahonda, Paulino Gala y Juan José Moreno, respectivamente, ambos del PP, dimitieron ayer, como consecuencia de los disturbios ocurridos el pasado domingo en la plaza de toros entre el público, las peñas y las autoridades municipales, que precisaron la intervención de efectivos de la Guardia Civil.

La gran afluencia de aficionados a la última corrida de toros, en la que intervenían los diestros Jesulín de Ubrique, El Califa y Francisco Rivera, desbordó la capacidad de la plaza portátil, instalada en la zona de las Erillas con motivo de la celebración de las fiestas patronales. Testigos presenciales aseguraron que buena parte de las personas que esperaban en la calle, entre ellas los componentes de una peña, no pudieron acceder a sus localidades y se sentaron en el centro de la plaza para expresar su protesta, lo que originó que la corrida, prevista para las 18.00, comenzara una hora tarde.

Entre gritos de "fuera" y "manos arriba, esto es un atraco" y abucheos al alcalde, Guillermo Ortega (PP), que "no paraba de hablar por teléfono", las fuerzas del orden consiguieron desalojar el foso para que comenzara el espectáculo tras "una bronca monumental".

El primer teniente de alcalde, Narciso de Foxá (PP), explicó que la junta de gobierno ha abierto un expediente informativo contra la empresa adjudicataria (Sarot, SA) para investigar los hechos y depurar responsabilidades por la falta de organización que dio lugar a problemas de seguridad.

La portavoz del CDS, Mercedes Pedreira, sostiene que "cuando se contratan espectáculos donde se prevé gran afluencia de público es necesario que se adopten medidas para garantizar la seguridad, pero ahora habrá que investigar si se vendieron más entradas de las debidas".

La plaza tenía una capacidad para 4.000 personas y nunca había registrado un aforo completo, según han señalado los responsables municipales, que no calcularon la repercusión que tendría la fama de los toreros contratados para el festejo de esa tarde.