Voto de protesta por los recortes sociales
La entrada de los ultraderechistas con un componente neonazi, el Partido Nacionaldemocrático de Alemania (NPD) en el Parlamento de Sajonia con un 9% de votos y la permanencia de la Unión del Pueblo Alemán (DVU) con un 6% en el de Brandeburgo, plantea el interrogante del riesgo o el desafío que representan para el sistema democrático en Alemania. Los primeros análisis ponen de manifiesto que los votos cosechados por los ultraderechistas no responden a una clientela de ideología neonazi, sino que son votos de protesta por los recortes sociales y el desencanto reinante en el este de Alemania.
Una encuesta de la segunda cadena pública de televisión pone de manifiesto que el 86% de los votantes del NPD ayer en Sajonia lo hicieron como señal de protesta y sólo un 9% por convicción ideológica. En Brandeburgo, el resultado del sondeo es similar: un 84% votó a la DVU por protesta y un 6% convencidos.
Un primer análisis de la conducta electoral de ayer en Brandeburgo, con encuesta entre los parados, muestra cómo los partidos considerados extremistas de izquierda y derecha, los poscomunistas del Partido del Socialismo Democrático (PDS) y la DVU, cosecharon votos en ese grupo social con su oposición radical a los recortes sociales que afectan de forma especial al este de Alemania, donde la tasa de desempleo, del 18,5%, dobla a la del oeste del país. Según este análisis, los parados de Brandeburgo votaron un 40% a los poscomunistas, un 19% al SPD, un 13% a la DVU y un 13% a la CDU.
Hasta ahora, desde el final de la II Guerra Mundial los ultraderechistas y neonazis habían logrado entrar en 22 ocasiones en cámaras regionales. Los resultados de ayer elevan esa cifra 24. No obstante, jamás hasta ahora, con la DVU que se mantiene en el Landtag de Brandeburgo donde entró en las elecciones de 1999, nunca esos partidos habían conseguido ser reelegidos.
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