Apreturas de fin de temporada
Las buenas noticias se hacen esperar. En el tramo final del Fórum, el público se agolpa los fines de semana para entrar en el recinto, e incluso tienen que cortarse las admisiones. El fenómeno recuerda las apreturas del fin de temporada en las rebajas de los grandes almacenes. Se pueden encontrar varias explicaciones a este fenómeno. Según la primera, se constata que el ocio veraniego significa también pasividad y absentismo, inducidos por las altas temperaturas y la competencia poderosa de las playas, la siesta y la vagancia. Pero, además de este factor estival disuasorio, creo que hay que enumerar varios estímulos positivos.
El primero es la constatación de que la vida activa normal, suspendida por los calores estivales, se reanuda con el declive del verano, con las temperaturas suaves y la reapertura de los negocios. Tras el estío se vuelve al colegio, a la oficina... y también al Fórum. Así reaparece la importancia del factor meteorológico en nuestra vida mediterránea.
La segunda razón es que se toma conciencia colectiva de que el Fórum está a punto de cerrar sus puertas y todavía no ha sido visitado. Es el efecto al que antes me refería de las rebajas en los grandes almacenes. Y el tercero es el efecto de la publicidad acumulada, que no sólo incluye la de los medios de comunicación públicos, sino sobre todo el famoso tam-tam popular y privado que circula de boca a oreja.
Estoy seguro de que esta tendencia se mantendrá, e incluso se incrementará, en los pocos días que quedan para que el Fórum cierre sus puertas. En eso habremos ganado al Cid Campeador, de quien se dice que ganó una batalla después de muerto, pues aquí se habrá ganado en la etapa agónica del evento.
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