Cuestionarios
El vicepresidente de la Diputación de Toledo ha declarado a una revista que si fuera mujer sería muy puta. No se apure usted, señor Luján, se puede ser puta sin ser mujer como se puede ser buitre sin ser ave. Para más facilidades, el aumentativo de puta es putón, o sea, un nombre masculino y varonil, que le viene como anillo al dedo a su excelencia. Si temía que hubiera alguna incompatibilidad entre su sexo (o su género) y sus aspiraciones existenciales, ahí está la gramática para resolverle la vida. Hay entre el sexo y el género coincidencias necesarias y contradicciones azarosas que resuelven, como ve, todas las disensiones existentes entre la biología y la sintaxis. A lo que íbamos: que puede usted ser una puta, incluso un putón, sin dejar de ser un machote.
Hay personas que a la pregunta de qué les gustaría ser si fueran una planta, responden que una flor porque en su imaginario es lo más que se le puede pedir a un vegetal y lo que espera escuchar el respetable. Y cuando les preguntan qué clase de alimento, responden que pan, convencidas de que se trata del alimento por antonomasia (qué rayos querrá decir antonomasia). A lo mejor, les atrae más el chorizo, pero si conocen el relato evangélico de la Última Cena y el papel del pan en ella, eligen el pan para quedar bien. Es el peligro de estas entrevistas, a las que podríamos calificar de "cuestionario pus", que sale lo peor de uno mismo. Es probable que dentro de la cabeza de Eladio Luján a lo más que puede aspirar una mujer es a puta y lo ha soltado para que las mujeres le quieran más.
En vez de eso, han pedido su dimisión. Y es que si la semana que viene hicieran este "cuestionario pus" a una mujer que, a la pregunta de qué le gustaría ser en caso de ser hombre, respondiera que Eladio Luján, vicepresidente de la Diputación de Toledo, la correríamos a gorrazos, pues para ese viaje no valía la pena cambiar de sexo. Si alguien piensa que lo más que se puede ser en hombre es usted, tiene un concepto bastante reducido de la masculinidad y merece un correctivo. Dicho todo lo anterior, quede constancia de nuestro respeto a las putas, a las que el vicepresidente también ha insultado sin pretenderlo, y aquí paz y después gloria.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.