Se busca comprador para bocetos de Goya
'La Gloria' y 'Milagro de san Antonio' se subastarán el día 7 de octubre junto a un arca de boda de Juana la Loca
Cinco meses pasó Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos, 1746-Burdeos, 1828) colgado de un andamio en la madrileña cuesta de los Areneros -hoy paseo de la Florida-. Tenía 52 años y se enfrentaba a una de las obras más importantes de su vida: el encargo de Carlos IV de pintar la ermita dedicada a San Antonio de Padua.
Pero el trabajo que, desde agosto a diciembre de 1798, realizó al fresco en la cúpula, paredes y pechinas del templo empezó meses atrás. Así lo prueban los dos bocetos preparatorios por los que se podrá pujar el próximo 7 de octubre en la sala Alcalá Subastas (Velázquez, 2). "El precio inicial de subasta de estos dos óleos será de 4.200.000 euros", anunció ayer Gonzalo Mora, consejero de la casa de subastas.
La cifra de salida en la subasta de los óleos preparatorios ascenderá a 4.200.000 euros
El Museo del Prado y el Ayuntamiento de Madrid -responsable de la conservación de la ermita de San Antonio de la Florida desde 1987- fueron las dos institiciones públicas señaladas como posibles compradores de los lienzos. Desde finales del siglo XIX hasta ahora las obras han pertenecido a la familia del conde de Villagonzalo. "Se trata de obras declaradas de interés cultural e inexportables", explicó Mora.
El milagro de San Antonio de Padua y La Gloria muestran las escenas que más adelante Goya pintó en la cúpula y el ábside de la ermita, respectivamente. Se trata de dos cuadros de pequeño tamaño en los que el pintor intentó simular el efecto que tendrían sobre la superficie de la iglesia enmarcando las imágenes en semicírculos.
"Es la técnica del medio punto que Goya también empleó en los bocetos de las bóvedas del Pilar. De esta manera podía hacerse una idea de cómo quedarían espacialmente. Los pintores del siglo XVIII realizaban todos sus bocetos al óleo. Lo que no se ha conservado es ningún dibujo preparatorio. Se conserva un tercer boceto en un museo en EE UU, pero todos los especialistas están de acuerdo en que se trata de una copia", explicó ayer Richard Willermin durante la presentación de las obras.
Un pasaje del padre Croisset, en el que narra cómo san Antonio hizo hablar a un muerto para demostrar que su padre era inocente del asesinato por el que había sido inculpado, sirvió a Goya de inspiración para representar la escena de El Milagro. El santo aparece en pie, encima del ataúd en el que yace un cadáver despojado del sudario y sostenido por una mujer. A la izquierda se sitúa un niño encaramado sobre la barandilla.
El pintor realizó pequeñas variaciones en la pieza final respecto de este boceto: los ángeles que ocupan la parte superior del lienzo fueron situados en las pechinas del templo, y dos son los niños que se asoman por la barandilla. La Gloria muestra dos grupos de ángeles adorando a la Santísima Trinidad, representada con pinceladas blancas.
Desde el Ayuntamiento de Madrid explicaron que hasta ayer desconocían la próxima subasta de estas obras y apuntaron que estudiarán la posibilidad de su adquisición, aunque subrayaron que el Museo del Prado y la Academia de San Fernando tienen derecho de tanteo antes. El Museo del Prado, por su parte, ya adquirió este año dos goyas, Sagrada Familia y Tobías y el ángel, por 3.500.000 euros, y en una puja posterior el Estado adquirió un lote de 20 cartas de Francisco de Goya por 420.000 euros, a esta misma casa de subastas.
La puja por estas piezas -cuya fecha coincidirá con la primera subasta que desde hace 30 años celebra Christie's en Madrid- estará acompañada por otra obra de gran valor histórico: un arca de boda de Juana la Loca será la otra pieza estrella el próximo día 7. "Probablemente fue un regalo del emperador Maximiliano a su futura nuera. Un arca para trasladar su ajuar doméstico; telas posiblemente, porque por aquel entonces les volvían locos los tejidos. Todo apunta a que fue realizado en Italia, Milán o Florencia, donde se conservan arcones parecidos pero ninguno marcado con el blasón real", señaló Bentley Angliss.
De nogal y madera espino está hecho este arcón, en cuya parte superior aparece un damero entre las iniciales de los novios: F e Y. En el interior, una cruz separa a un sol de una luna, símbolos del hombre y la mujer. Dos castillos -similares a los tallados en los maravedís de la época- flanquean el blasón de las dos casas reales que ocupa la parte frontal.
En los documentos conservados en la Capilla Real se mencionan las "aracas, arquitas y arcones" que integraban el ajuar de la princesa y de la que esta pieza formaba parte. De allí se cree que la pieza pudo haber salido en el siglo XIX. Conservada durante más de un siglo en el Palacio de Contreras de Granada, la cifra inicial de la puja por este arca estará fijada entre los 400.000 y 500.000 euros. "No hay ninguna otra pieza de la familia real de esta época", explicó Angliss.
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