Charo Cala homenajea a su padre en un espectáculo dirigido por Alfonso Zurro

"La idea de montar este espectáculo fue porque necesitaba reivindicar la figura de mi padre, enfermo de encefalitis. La idea partió de un sueño que, después de muchos años, se ha hecho realidad". Charo Cala inaugura hoy las sesiones de la Bienal de Flamenco en el teatro Central con un espectáculo dirigido a su padre, el guitarrista jerezano José Cala, El Poeta.

Un viaje al pasado con martinete, seguiriya y cantes de Trilla y mirando al presente con tientos y tango, habanera, soleá y bulería. Una función de aproximadamente una hora y cuarto de duración, bajo la dirección del dramaturgo y director de escena Alfonso Zurro en su primera experiencia junto a bailaores.

"Es la primera vez que hago un espectáculo flamenco. Antes no lo había hecho por miedo y por respeto, pero llegó Charo y me convenció cuando me dijo que no me preocupara, que no yo no tenía que bailar", contaba ayer Zurro en la presentación de Para las seis cuerdas. Un encuentro con José Cala El Poeta.

Zurro señalaba que lo más difícil no había sido dirigir a los artistas y sí encontrar espacios para ensayar. "Es un espectáculo íntimo de un grupo de amigos recordando a José, quería que se notara mucho la presencia, a quién se homenajea, con la máxima sensibilidad. Los problemas han venido de la falta de espacio para ensayar aunque la voluntad y esfuerzo están por encima de todo lo demás", explicaba Zurro.

Para Charro Cala la experiencia junto a Alfonso Zurro ha sido positiva. "Disfrutamos mucho, bromeamos, muchos flamencos se echaban las manos a la cabeza cuando les decía que tenían que mover un objeto aunque luego daba las razones y veíamos que aparte del baile hay otros medios para expresar las emociones". La música de Salvador Gutiérrez, letras de poetas y el cante de Juan José Amador, Enrique Soto e Inmaculada Rivero acompañan a Cala que baila junto a El Junco y Juan Carlos Cardoso. Un homenaje a El Poeta que, cuenta su hija, "llegó de Jerez cuando en Sevilla se estaba formando el núcleo del flamenco, fue uno de los primeros acompañantes de El Chocolate o de Antonio Mairena y pionero en viajar a Japón".

Una carrera prolífica que también ha tenido su hija que, tras comenzar con Enrique del Cojo y seguir con Matilde Corral, ha estado hasta 1993 en la compañía de Cristina Hoyos. Después la necesidad de reivindicar la figura de su padre le ha llevado a "luchar mucho" para sacar su sueño adelante. "No he recibido subvenciones públicas y sí ayudas de amigos, es la primera vez que hago algo sola aunque soy constante y estoy trabajando para que esto sea un día y se muera", contaba ayer Cala.

El que también puede repetir experiencia es Zurro que se ha quitado un poco el miedo al flamenco que antes "lo veía como una religión" y que espera esta noche la reacción del público y la crítica en el teatro Central.