La policía abate a tiros en Valencia a un perturbado cuando apuñalaba a un hombre tras autolesionarse

Un joven de 22 años, Iván Camarasa, con antecedentes por robo y atraco, que actuaba al parecer bajo los efectos de alguna droga, fue abatido de varios disparos por agentes de la Policía Local de Valencia en la madrugada de ayer después de reclamar a varias personas que le mataran. El joven, que se había autolesionado previamente, apuñalaba a un hombre a quien no conocía, Raúl Moreno, de 26 años. El suceso se produjo en el jardín del número 3 de la calle de La Marina Baixa, cerca del hospital Arnau de Vilanova. La policía había recibido varias llamadas de alerta.

"Sólo vi algo detrás de unos setos, pero no miré. De pronto vi unas luces en la puerta principal y a la policía gritándome corre, corre. No me dio tiempo, ese loco se abalanzó sobre mí y me empezó a clavar el cuchillo. Esquivé los pinchazos al corazón. No me decía nada, sólo hacía ruidos, estaba como loco y tengo la impresión de que quería matarse o que alguien lo matara pero llevándose a cualquiera por delante", explicó ayer Raúl Moreno, de 26 años, desde la habitación de traumatología del hospital La Fe donde permanece ingresado a la espera de una intervención quirúrgica. Moreno tuvo la mala suerte de salir a la calle después de cenar en casa de un amigo cuando se cruzó con el su agresor.

Poco antes de las dos de la madrugada, las centralitas de la Policía Local de Valencia y de la Policía Nacional recibieron varias llamadas que alertaban de la presencia de un hombre muy alterado que circulaba por las calles de Florista y Garbí, cerca del hospital Arnau de Vilanova, con un cuchillo ensangrentado y una herida en el cuello. Una de las llamadas avisaba de su presencia junto a una gasolinera de Maestro Rodrigo. Otra lo ubicaba detrás del hospital y añadía que iba haciendo ademanes de autolesionarse. Esta última fue de un vecino del edificio en el que finalmente ocurrieron los hechos. "Lo vi desde el coche, cuando volvía a casa, llamé a la policía y seguí, entré por el aparcamiento. Como estaba muy nervioso por lo que había visto me salí al balcón, que da a la piscina, y sin poder creerlo vi que estaba en el jardín, afilando el cuchillo contra una piedra de unos setos", explicó. Y agregó: "De pronto vi que bajaba un vecino, no sabía si gritarle o no porque podía alertar al del cuchillo. En ese instante apareció la policía, que gritó al vecino que corriera, y en ese momento el del cuchillo se le echó en encima y empezó a agredirle con el arma, como no respondía al alto, la policía disparó".

Una de las llamadas fue hecha por el vigilante de seguridad de la finca al ver a través de las cámaras de seguridad que un hombre armado con un cuchillo de grandes proporciones saltaba la valla y rondaba nervioso por el jardín.

La Policía Local y la Policía Nacional se desplegaron siguiendo el rastro de las llamadas. De hecho el copiloto de una unidad de la Policía Nacional fue víctima de un intento de agresión por parte del fallecido. Un coche de Policía Local llegó a la finca y por detrás de la verja vio que Iván Camarasa se lanzaba sobre otro hombre. Le dieron el alto varias veces, según relató ayer la Policía Local, pero no respondió. Siguió agrediendo a su víctima y los agentes dispararon doce tiros, seis cada uno de ellos. La unidad del SAMU desplazada al lugar intentó reanimar a Camarasa sin éxito. El juzgado de guardia procedió al levantamiento del cadáver a las 3.30 y no estableció, inicialmente, nada contra los policías.

Camarasa era conocido por la policía. A la espera de la autopsia, fuentes del caso apuntaron que había ingerido varios tipos de droga y que tenía antecedentes por atraco con arma blanca.