El pueblo de Beslán entierra a sus muertos
Los vecinos de Beslán, la población de la república rusa de Osetia del Norte asolada por la tragedia, comenzaron ayer a enterrar a sus muertos. Los funerales eran tantos que tuvo que habilitarse un nuevo cementerio en un descampado. En la pequeña iglesia ortodoxa de la ciudad, el padre Antonio comparaba con Herodes a los terroristas que secuestraron a centenares de niños, maestros y familiares durante más de 50 horas. "No hay perdón para ellos ni en la tierra ni en cielo", afirmó. Mientras, las autoridades rusas abrieron ayer al público la escuela, escenario de la matanza de 338 rehenes y donde aún se respiraba el olor acre de la muerte.
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