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Reportaje:

Una asignatura pendiente

Representantes de la sociedad civil rinden homenaje por sorpresa al pintor Antoni Miró

"¿Estáis todos locos?", esto es lo primero que dijo el pintor Antoni Miró cuando llegó el sábado por la noche a su masía del Sopalmo, en Ibi. El artista enmudeció y quedó aturdido al ver una inmensa nube de amigos que hacía años que no veía, y que jamás había visto juntos. Más de 200 personas acudieron sigilosamente a la cita, sin que él supiera nada, para celebrar su sesenta aniversario, desearle que siga pintando durante muchos más y al mismo tiempo poner de relieve su coherencia política, integridad y constancia personal. Una de sus amigas, la escritora Isabel-Clara Simó dijo: "aquí esta noche nos une el amor y el afecto por nuestro país, sin esos dos puntales no somos nada". El presidente de Esquerra Republicana de Catalunya, Josep Lluís Carod Rovira, destacó "la fuerza plástica y la dimensión civil" de la obra pictórica de Antoni Miró que es "una síntesis de arte, bondad y compromiso político". También acudieron a la cita el consejero de Universidad e Investigación de la Generalitat de Catalunya, el también valenciano Carles Solà, vicerrectores de la Universidad de Alicante y de la Politécnica de Valencia y decenas de artistas y compañeros como Arcadi Blasco, Castejón, Manolo Boix, José Díaz Arorín. Entre el público asistente también estuvo el editor Eliseu Climent y Montserrat Sanz, la viuda del poeta Miquel Martí Pol. El bodeguero Rafael Poveda obsequió a los presentes con una degustación de sus vinos de Monòver y la periodista Reis Juan actuó de maestra de ceremonia durante la velada.

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