La bomba de ETA desactivada en A Coruña tenía 700 gramos de amonal

La bomba artesanal que ETA colocó el sábado pasado en A Coruña y que pudo ser recuperada intacta por los artificieros del Cuerpo Nacional de Policía contenía 700 gramos de amonal, el triple de lo que se estimó que portaban los artefactos que habían estallado este verano en Galicia, Asturias y Cantabria, según informaron ayer fuentes policiales. Los investigadores no han logrado obtener, de momento, ninguna huella dactilar, aunque falta el análisis de unos papeles de periódico que contenía el paquete.

La bomba estaba preparada para hacer explosión a mediodía del sábado en el paseo marítimo de A Coruña, entre el Museo Histórico Arqueológico y el hotel Finisterre. El artefacto, que estaba oculto en una escollera, no explotó, posiblemente por un fallo en el temporizador electrónico. Los análisis han permitido determinar que éste es "de los que habitualmente utiliza ETA".

El reloj es de 999 horas, lo que permite colocarlo con hasta 41 días de antelación, según los informes policiales. Las fuentes consultadas explicaron que el análisis del artefacto apenas ha dado pistas sobre quiénes lo colocaron -se supone que tres etarras sin fichar, una especie de comando itinerante que habría aprovechado el Camino de Santiago-, puesto que no se ha revelado ninguna huella dactilar.

No obstante, aún están pendientes de análisis definitivo unos periódicos arrugados que envolvían el explosivo, cuyo principio básico es el nitrato de amonio (un fertilizante agrícola). La superficie rugosa del papel requiere de estudios más detallados para intentar localizar huellas. Lo que sí parece claro, según las fuentes consultadas, es que quienes montaron las bombas usaron guantes.