Ocho muertos y 56 heridos en el accidente de un autocar español cerca de Burdeos
El autobús, que se vio implicado en una colisión múltiple, viajaba de Portugal a París
Ocho personas perdieron la vida y otras 10 resultaron heridas de gravedad en un accidente que implicó a un autocar español, una furgoneta y tres turismos en Francia. El drama ocurrió hacia las cuatro de la madrugada, a unos 30 kilómetros al sur de Burdeos, cerca de la localidad de Belin-Beliet, en la autopista A 63. Tres españoles resultaron heridos, pero no de gravedad. De entre las víctimas mortales, sólo el conductor de la furgoneta, un ciudadano marroquí que vivía en el norte de Francia, ha podido ser identificado de momento. Seis de los muertos eran mujeres, y otro, un menor.
Las causas del accidente no han sido aún esclarecidas, pero todo indica que la furgoneta viajaba con sobrecarga, con paquetes en el techo, y que parte de esa carga cayó a la calzada, forzando la brusca frenada del autocar (propiedad de la compañía gallega Galisur), que volcó y quedó atravesado, convirtiéndose en una barrera para los tres turismos que lo seguían. También se ha apuntado la hipótesis de que la furgoneta, tras perder parte de su carga, hubiera podido frenar o disminuir de manera muy importante su velocidad, y chocó con el autocar.
El autocar había salido del norte de Portugal, concretamente de Viana do Castelo, en dirección a París. Transportaba a 60 pasajeros, la mayoría de nacionalidad portuguesa, pero también españoles, norteafricanos y tres italianos. Los tres españoles heridos fueron ingresados en el hospital de Pélerin, en Burdeos.
Fuentes de la Prefectura francesa han asegurado que el autocar rodaba a una velocidad correcta teniendo en cuenta las limitaciones indicadas en el tramo y el hecho de que lloviznase. No se sabe, en cambio, si el vehículo respetaba la distancia mínima exigida entre vehículos para garantizar un margen de seguridad ante un frenazo imprevisto. Los dos conductores portugueses del autocar, heridos de importancia pero sin que su vida corra peligro, serán interrogados por la policía para poder dibujar la ocurrido.
Un directivo de Galisur ha hecho constar que "los conductores respetaban el tiempo de reposo reglamentario" y que el vehículo "era casi nuevo y había pasado todos los controles. Estaba en regla".
Dada la magnitud del accidente, las autoridades francesas ordenaron de inmediato la instalación de un puesto médico avanzado para que pudiera atender in situ a las personas que no parecía prudente mover, al tiempo que cuatro helicópteros y 37 ambulancias estaban a disposición de los heridos más graves. En la operación intervinieron también 150 bomberos que, además de prestar atención a los 56 heridos, ayudaron a prevenir cualquier riesgo de incendio y liberar los cuerpos que habían quedado aprisionados por la chapa arrugada por la colisión y el vuelco.
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