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Entrevista:DAVID CAL | Doble medallista olímpico | Atenas 2004 | PIRAGÜISMO: EL PRIMER ESPAÑOL QUE LOGRA DOS MEDALLAS INDIVIDUALES EN UNOS MISMOS JUEGOS

"Estoy feliz, pero las dos medallas no me emocionaron"

Veinte años después de la última medalla, David Cal removió todos los resortes del piragüismo español después de colgarse el oro en C-1 en 1.000 metros y la plata en la misma especialidad en los 500. Es el único deportista español que ha conseguido ganar dos medallas en pruebas individuales en los mismos Juegos. Con 21 años, este gallego de Hio, una aldea del municipio de Cangas de Morrazo (Pontevedra), ha despertado expectación tanto por la fuerza que es capaz de desplegar sobre su canoa, como por su controvertida personalidad.

La gente que le conoce dice que no habla. Pero estos días parece haberse soltado la lengua. "Está en una nube", dice Suso Morlán, el técnico que le ha ayudado a conseguir sus dos medallas olímpicas.

"Sé que he hecho algo importante cuando miro las gradas y veo euforia en el lado español"
"¿Que soy callado? Estoy muy contento de ser así y no voy a cambiar por lo que he conseguido"
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Pregunta. ¿Sabe que su personalidad ha impactado casi tanto en España como sus dos éxitos deportivos?

Respuesta. No, no lo sé. Todavía no he podido ver la televisión, ni escuchar las radios. Ha habido mucha movida a mi alrededor, pero creo que lo descubriré todo cuando llegue a Galicia. Ahora estoy viviendo un sueño, estoy en las nubes y no me doy cuenta de lo que he hecho.

P. La gente dice que usted siempre permanece muy callado, y así lo parece a primera vista. ¿Es cierto?

R. Sí. Mi personalidad es así, y tampoco la voy a cambiar por haber sacado dos medallas. Me gusta ser así y así soy.

P. Sin embargo, ahora es requerido constantemente para intervenir en programas de radio y televisión y hablar con la prensa. Sale en todas partes.

R. Sí. Tengo que esforzarme un poquito para hablar, porque la gente quiere conocerme por mis éxitos. Y estoy contento de que eso sea así y de salir en los medios de comunicación.

P. Hábleme de su infancia, de su familia, de sus cosas.

R. Pues no sé. Empecé a palear a los ocho años. Y lo hice para hacer algo. Practicaba muchos deportes como el fútbol sala, el atletismo y hasta el kung fu, pero un verano me interesé por el piragüismo porque era un deporte relacionado con el mar, y a mi me gustaba el mar. Fui entrenándome cada vez más, mejorando rápidamente, y las metas eran cada vez más altas. Y hasta ahora, que he conseguido el mejor resultado de mi carrera deportiva.

P. ¿Pero y de su familia, qué dice?

R. En mi casa tenemos una panadería y algunas veces ayudaba. Pero tampoco es que colaborara mucho. Mis padres siempre me dejaron libre, siempre estaba por ahí entrenando con los amigos, y bueno... Tengo dos hermanas, una mayor, Andrea, y otra menor, Paula.

P. ¿Qué tal le fueron las cosas en el colegio?

R. Bueno, regular. No es que fuera un gran estudiante. Llegué hasta segundo de bachiller.

P. ¿Y luego se fue al Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Pontevedra y se encontró allí con Jesús Morlán, su entrenador de toda la vida?

R. Sí. Tenía 14 años y había logrado ya algunos buenos resultados en Galicia y en España. Allí es donde se crean los futuros deportistas. Cuando yo entré había un amplio grupo. A medida que fue pasando el tiempo, mis compañeros se iban yendo y me estaba quedando solo. Al final, me quedé yo y un par más. Tengo muy buenos recuerdos de mis años allí; pero siempre me entrenaba mucho.

P. ¿Qué importancia ha tenido su entrenador, Morlán, en sus éxitos?

R. La ha tenido y mucha, desde luego. Suso es mi entrenador desde los 14 años. Me conoce muy bien y nos compenetramos perfectamente. Juntos hemos hecho un buen trabajo que ha culminado con el oro y la plata.

P. En 2001 le llevaron a Sevilla, al equipo nacional absoluto de canoas, y la experiencia no funcionó. ¿Qué pasó?

R. No fue nada bien. Cambié de entrenador y no llevaba nada bien los entrenamientos. Fue uno de los momentos más bajos en mi carrera deportiva. Me fui para abajo y al año siguiente regresé a Pontevedra con Suso y remonté de nuevo.

P. ¿Es cierto que hubo incluso un momento en que abandonó y colgó los palos y canoa?

R. Sí. Fue un momento muy duro. Y en los malos momentos es cuando se ve realmente quién te apoya y quién no. Ahora me siento agradecido hacia todas las personas que me ayudaron entonces.

P. ¿A quién destacaría?

R. Suso fue de los que más me ayudó.

P. ¿Las dos medallas le compensan del duro trabajo que ha llevado a cabo?

R. Te compensan bastante. Y además siendo dos. Con una ya estaba muy contento. Pero son dos. Me sabría mejor otro oro, pero la plata está muy bien.

P. ¿Se emocionó en el momento de conseguir las medallas?

R. No. Me siento muy contento. Igual que ayer, hoy tampoco sabía en qué posición había concluido al llegar. En carrera no veo cómo van mis rivales. Para saber qué ha ocurrido, miro las gradas y si veo que hay euforia en el lado español, entonces sé que debe ser importante lo que he hecho. A no ser, claro está, que gane ya destacado.

P. ¿Y al recoger las medallas, se le nublan alguna vez los ojos?

R. No, no. Soy bastante tímido e introvertido. Me pongo contento, pero tampoco me echo a llorar ahí.

P. Dice Morlán que hay días enteros en los que ni siquiera habla con él y que eso le resulta especialmente duro

R. [Sonríe] Yo qué sé. Casi siempre entreno solo, así es mi deporte y mi especialidad y eso es un reflejo de mi personalidad.

P. Trabaja al margen del equipo nacional de piragüismo. ¿Se relaciona con el resto de componentes o no?

R. Ellos trabajan en Sevilla y después viajan a Asturias. Yo trabajo en Pontevedra y cuando estoy en Asturias vamos a otro lago, a unos 80 kilómetros de ellos. Para la poca relación que tengo con ellos, me llevo bastante bien. No tengo ningún motivo para lo contrario. Ayer me demostraron que se habían alegrado mucho de mi resultado. Y esperaba que también ellos consiguieran buenos resultados, como han hecho.

P. ¿Hay algún motivo por el que a veces esté tan callado y enchufado, ajeno al mundo, a sus auriculares?

R. No, ninguno.

P. Entonces ¿qué es lo que le lleva a ser tan reservado?

R. Nada. Soy así. Es mi personalidad y no voy a cambiar.

P. ¿Qué es lo que le da tanta fuerza sobre su canoa?

R. La gente que me apoya en los momentos bajos. En los buenos, en cambio, es muy fácil funcionar.

P. ¿Cree que aislarse en sí mismo le ayuda a conseguir más concentración para competir?

R. No es eso. Cuando estoy compitiendo me meto en mi mundo, en mi burbuja y me centro completamente en lo que estoy haciendo. No me pongo nervioso, pero estoy tenso. Eso me ayuda a competir bien y a mantenerme bastante frío. Suelo leer muy bien las regatas y, gracias a ello, puedo empezar y concluir con un buen ritmo de palada.

P. ¿Cuáles son sus aficiones?

R. La música, el rock duro, el heavy metal. Me gusta ver la fórmula 1, los rallys. Todo el mundo del motor me gusta mucho.

P. ¿Conoce a Fernando Alonso?

R. No, pero me gustaría conocerle.

P. ¿Tuvo ídolos cuando era un niño?

R. No es que tuviera ídolos. Pero había personas a las que admiraba. Una de ellas era el alemán Andreas Dittmer, porque siempre me pareció un gran regatista en C-1. Y ayer y hoy [por el viernes y el sábado] me ha demostrado además que es muy buena persona. Encajó bastante bien su fracaso en 1.000 metros, porque era su especialidad, y me felicitó. Hoy, en 500, ha remado con muchas ganas y me ha quitado la posibilidad del oro. Le he felicitado. Es un competidor muy bueno y todos los demás veníamos a Atenas a vencerle. Estoy contento de que quien me haya vencido haya sido él.

P. ¿Se ve ya paleando en Pekín en 2008?

R. Soy bastante joven. Espero que sí. Si no ocurre nada especial no hay motivo para que no esté.

P. ¿Qué opina de todo el escándalo de dopaje que ha salpicado al piragüismo español antes de acudir a los Juegos?

R. No tengo nada que decir. Lo único que digo es que todos los controles antidopaje que se me han hecho los he pasado bien. Ayer tuve que pasar uno de orina, hoy otro y por la tarde tengo uno de sangre. Si con todo eso no doy positivo, por algo será.

P. ¿Se considera una persona feliz?

R. Sí. Este es uno de los momentos más felices de mi vida. Acabo de conseguir una de mis metas y ahora me toca disfrutarlo y pasarlo bien.

P. ¿Cómo?

R. No lo sé. Pero esta noche no creo que esté para grandes cosas. Me siento muy cansado. Creo que me iré a la cama y dormiré hasta que mi cuerpo diga basta.

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