Un camionero muere al caer con el vehículo desde un puente de la M-45

El conductor de un camión que transportaba un contenedor de obra, Jorge Miguel R., de 24 años, murió ayer al caer el vehículo que manejaba desde una altura de 10 metros en una de las incorporaciones de la autopista radial de peaje R-3. El tráiler circulaba sobre un puente a la altura del kilómetro 22 de la autovía M-45, cuando, por causas aún no esclarecidas, perdió el control del vehículo y se precipitó al vacío.

El accidente ocurrió sobre las 15.30, en los carriles que van hacia el sur de la región, en el anillo interior de la M-45. De repente, el camión se salió de la vía por la parte derecha y fue a caer sobre la desviación de la autopista de peaje R-3 (M-40-Arganda del Rey), que conduce hacia la capital. Primero golpeó contra el muro de contención, lo que dejó completamente destrozada la cabina y la parte delantera del camión, según informó una portavoz de Emergencias Madrid.

La inercia hizo que el camión cayera a plomo sobre el asfalto y quedara volcado lateralmente. El conductor se encontraba atrapado en el amasijo de hierros en que quedó convertida la cabina tras el brutal accidente.

Al lugar acudió una dotación de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid. Cuando llegaron, trataron de sacar al único ocupante del tráiler, que ya había fallecido como consecuencia de las graves heridas que le produjeron los dos choques.

Los facultativos de una UVI móvil del Samur-Protección Civil sólo pudieron certificar su muerte, ya que Jorge Miguel R. sufría "estallido craneal", según la portavoz de Emergencias Madrid.

Contenedor vacío

Fuentes de la investigación señalaron que el camión, un Iveco de dos ejes con matrícula de Madrid VJ, transportaba un contenedor de obras que estaba vacío. Las primeras hipótesis del accidente apuntan a que se debió a un posible exceso de velocidad o a un despiste del conductor, que no pudo enderezar la trayectoria del vehículo.

Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, dedicados a la investigación de accidentes, acordonaron la zona hasta la llegada de los servicios funerarios, que trasladaron el cadáver al Instituto Anatómico Forense. También se encargaron de que una grúa de gran tonelaje retirara el camión.

El accidente no afectó al tráfico de la M-45 ni al de la R-3, ya que se trata de un trayecto que es poco utilizado por los conductores a la hora en que se produjo el siniestro. Además, a esa hora el tráfico era muy escaso en ambas vías.

Jorge Miguel R., de nacionalidad española, residía en una vivienda del distrito madrileño de Chamartín.