El servicio de cercanías se recupera de la pérdida de viajeros causada por los atentados del 11-M

El servicio de cercanías de Renfe en la Comunidad de Madrid se ha recuperado de la "sensible caída en el número de viajeros" que experimentó, según afirman fuentes de la empresa, tras los atentandos terroristas del 11 de marzo durante ese mismo mes y el siguiente. La recuperación se ha materializado en un incremento del número de viajeros de un 5,38% en el mes de mayo y de un 5,04% en el de junio, con respecto a las mismas fechas de 2003. Esos porcentajes se traducen en 2,1 millones de nuevos viajes durante esos dos meses.

En total, 124,5 millones de personas utilizaron el cercanías como medio de transporte en la Comunidad de Madrid durante el primer semestre de 2004. Con estas cifras, la región acapara el 55% de los usuarios de los trenes de cercanías de todo el territorio nacional.

Renfe también hizo ayer públicos los datos de la última encuesta sobre la calidad de los servicios de cercanías, realizada el pasado mes de junio. De ella, se desprende que el 78,6% de los usuarios manifiesta sentirse satisfecho o muy satisfecho del servicio que reciben. Este dato supone una mejora de los resultados si se comparan con los obtenidos durante el mismo periodo de 2003, siempre según los datos ofrecidos por la empresa.

Asimismo, los atributos mejor valorados por los clientes, en una escala de 0 a 10, son la rapidez del tren (8,18), la comodidad (8,05), la facilidad para conectar con otros medios de transporte (8,10) y la fiabilidad del transporte de cercanías (7,81).

La misma encuesta señala que el 59,69% de los usuarios de trenes de cercanías de Madrid son mujeres, que el 53,8% son menores de 30 años, el 36,28% son trabajadores con estudios universitarios y, por último, que el 18,05% son estudiantes.

En otro informe dado a conocer también recientemente por Renfe, la empresa asegura que el servicio de cercanías, con un total de 244 millones de usuarios durante todo 2003, evitó más de 55 millones de desplazamientos de vehículos particulares en la región madrileña. Esto, a su vez, supuso el ahorro de 160 millones de euros por el descenso de accidentes, la descongestión de las ciudades y la disminución de la contaminación atmosférica, según los cálculos de Renfe.