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Entrevista:Rosa Passos | Cantante | CULTURA Y ESPECTÁCULOS

"Lo que canto se transforma en 'Bossa Nova"

Desde que la descubrió el famoso violonchelista Yo-Yo Ma su vida ha dado un giro de 180 grados: Rosa Passos firmó contrato con Sony Classical y acaba de publicar Amorosa, un disco homenaje a João Gilberto, con el ilustre crooner francés Henri Salvador y con Paquito D'Rivera. La cantante y guitarrista brasileña ha colaborado en el nuevo disco de Rodrigo Leão y ha participado en el prestigioso Umbria Jazz Festival, de Perugia.

"Me telefoneó Vitor Martins [de la discográfica que la tenía bajo contrato] y me preguntó si estaba sentada. '¿Por qué?', dije. '¿Sabes quién es Yo-Yo Ma?'. '¡Claro! El mayor chelista del mundo', le contesté. 'Quiere que grabes con él'. Yo pensaba que Vitor me estaba tomando el pelo", confiesa Rosa Passos.

"Yo-Yo Ma es mi hada madrina. He tenido la oportunidad de cantar en los mejores teatros y los periódicos importantes me prestaron atención gracias a él. En Taiwan dimos un concierto para 27.000 personas y dijo que Rosa Passos tiene la voz más bonita del mundo. Me puse a llorar", asegura.

Rosa Passos vive en Brasilia, no sale en televisión ni suena en la radio. Hasta principios de los noventa se había dedicado básicamente a ver crecer a sus hijos y ocuparse de la casa. "Cuando Yo-Yo Ma quiso grabar Obrigado Brazil, estuvo escuchando a unas treinta cantantes brasileñas. Y se decidió por mí".

El contrato con Sony Classical es por siete discos. El primero, un tributo a João Gilberto. "Todo lo que hago se transforma en bossa nova", explica. "Estudiaba piano y música erudita hasta que mi hermana fue a ver la película Orfeo negro y volvió a casa con un disco. Yo tenía 11 años y, al escuchar aquella guitarra y su voz en A felicidade, pensé '¡Dios mío! ¿qué es eso?".

Amorosa se inspira en Amoroso, que João Gilberto grabó en 1977. No está Claus Ogerman en los arreglos de cuerdas, sino Jorge Calandrelli, pero sí Al Schmitt, que fue el ingeniero de sonido entonces. "Todas las canciones son del repertorio de João". Y hay una composición inédita de la propia Rosa: Essa é pra João. Es la primera vez que graba en español -Bésame mucho-, francés -Que reste-t-il de nos amours- e inglés -S'Wonderful-.

En Que reste-t-il de nos amours, de Charles Trénet y Léon Chauliac, canta a dúo con el octogenario Henri Salvador. "Lo primero que oí fue su risa contagiosa mientras se acercaba por el pasillo del estudio. Parecía que ya nos conocíamos. Llevó una botella de vino, que se bebió entera, y me decía que yo tenía que tomar un poquito todos los días".

El pianista panameño Danilo Pérez le ha asegurado a Rosa Passos que es la cantante favorita de Wayne Shorter. Le han contado que gusta a Diana Krall, Nora Jones y Herbie Hancock. "Resulta muy gratificante porque significa que hago un trabajo brasileño y de calidad con el que llego a los grandes músicos de jazz".

Tiene ojo para descubrir talentos. El guitarrista Lula Galvão y el contrabajista Jorge Helder, que estaban con ella en sus comienzos, tocan ahora con Caetano Veloso, Maria Bethãnia o Chico Buarque. "Sé que un músico es bueno en cuanto coge su instrumento o se coloca para tocar".

Hace seis años que está con Fabio Torres, Celso de Almeida y Paulo Paulelli. "¡No los cambio por nadie!", repite. El joven Paulelli, que tocaba en un hotel de lujo cuando lo llamó Rosa Passos, es su debilidad. "En Estados Unidos están enamorados de él. Calandrelli me dijo que no había visto un bajista como ése y que se lo quiere robar para grabar con Barbra Streisand".

Rosa Passos.
Rosa Passos.

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