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Crónica:Atenas 2004 | NATACIÓN: UN CAMPEÓN ATÍPICO
Crónica
Texto informativo con interpretación

El más polémico, el más veloz

Gary Hall consigue la medalla de oro en los 50 metros libres después de una gran remontada

Tan extenuado como feliz, Gary Hall celebró con una especial satisfacción el título de nadador más rápido del mundo. La escabechina de las semifinales, en las que el holandés Pieter van den Hoogenband y el ruso Alexander Popov quedaron eliminados, le daba al estadounidense, de 100 kilos y casi dos metros, un margen de maniobra excelente en una prueba especialmente exigente. Ocurrió, sin embargo, que tuvo una mala salida, con una reacción tardía, y cedió un tiempo precioso a sus rivales. El croata Duje Draanja, el surafricano Roland Schoeman, el sueco Stefan Nystrand y, cómo no, su compatriota y gran rival Jason Lezak le habían tomado una preciosa ventaja. Pero Hall es un gato viejo, un referente de la natación norteamericana, hijo del Gary Hall, que participó en los Juegos de México 68, Múnich 72 y Montreal 76, nieto de Charles Keating, el ganador de los Campeonatos de Estados Unidos en 1946. El nadador de Cincinnati reaccionó para ganar el oro (21,93s) por delante del sorprendente Draganja, de 22 años, que se impuso a Schoeman mientras Lezak sólo podía ser el quinto.

Hijo y nieto de grandes nadadores, siempre fue protagonista de una vida trashumante

"No ha sido fácil", acertó a decir Hall después de su triunfo, consciente de que Schoeman era el gran favorito; "estoy incluso sorprendido por haber ganado. Ha sido una sensación muy agradable. Siento una gran emoción". Y remachó: "Tenía una afrenta personal y la he zanjado. He dado lo máximo de mí y la victoria me consuela". Por sus palabras, parecía un novato y no el nadador que cuenta con ocho medallas, el tipo arrogante de toda la vida. Nadie habría dicho que hace cuatro años ya ganó en Sidney en una pugna con su compatriota Anthony Ervin.

Hall, que el próximo 26 de septiembre cumplirá 30 años, es un tipo especial. Hace tiempo, sus grandes preocupaciones eran las propias de un freakie. Nada le gustaba más que recorrer las carreteras norteamericanas con su vieja furgoneta Volkswagen y escuchar música de los Grateful Dead. Sancionado en 1998 con tres meses de suspensión por dar positivo en un control antidopaje por marihuana, no parecía que su futuro estuviera en una piscina. Era además un personaje muy individualista. Sin embargo, fue progresando y compitiendo cada vez mejor. Segundo en los Juegos de Atlanta en 50 y 100 metros libres, se perfiló como el máximo rival de Popov.

De la mano de Mike Bottom, acabó por triunfar en Sidney. Hasta entonces había rechazado la ayuda de un entrenador y los resultados no le acompañaron, pero Bottom le recondujo y le llevó hasta el podio. El secreto de su éxito provocó multitud de comentarios. Tiempo después de descubrir que padecía un tipo agudo de diabetes, en Australia se supo que seguía una milagrosa dieta de "barritas de caballo", un producto natural, no sujeto a la prohibición de las autoridades deportivas y capaz de estimular el organismo de los atletas en la misma línea que las sustancias dopantes, pero sin sus efectos nocivos.

Llegado a Atenas, Hall ha demostrado que sigue en forma, al tiempo que le ha devuelto la sonrisa a los velocistas estadounidenses después que ninguno se clasificara para las semifinales de los 100 libres, en los que Schoeman fue segundo. A la hora de la celebración,l recordó su carácter excentrico. Es una cuestión genética. Su abuelo fue el hombre que denunció a Larry Flint, propietario de la revista pornográfica Hustler, en el caso expresado en la película El escándalo Larry Flint. El abuelo Keating fue condenado además a 12 años de cárcel después de protagonizar un escándalo financiero, una quiebra por fraude. Gary era su nieto favorito.

Gary Hall celebra su triunfo enfundado en un albornoz con la bandera de Estados Unidos.
Gary Hall celebra su triunfo enfundado en un albornoz con la bandera de Estados Unidos.ASSOCIATED PRESS

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