El Madrid se blinda con Woodgate

Una página en blanco quiere abrir Jonathan Woodgate en el historial de su tormentosa carrera. El central inglés se convertirá hoy, una vez pase el reconocimiento médico, en jugador del Real Madrid por petición expresa del técnico del club, José Antonio Camacho. Tras el fallido fichaje del francés Patrick Vieira, Florentino Pérez, el presidente, ha accedido a los deseos del entrenador, que quería a un central que acompañara a Samuel, también fichado esta temporada. El Madrid ha pagado por él 22 millones de euros y se encontrará en la plantilla con dos compatriotas: Beckham y Owen.

La carrera de Woodgate, nacido en Middlesborough, de 24 años y casi 1,90 de estatura, ha estado repleta de turbulencias. Su imagen quedó seriamente dañada raíz de un incidente nocturno que tuvo consecuencias judiciales. En los últimos tiempos, una cadena de lesiones le ha impedido competir en encuentros claves de su equipo actual, el Newcastle, y de la selección inglesa, con la que no acudió a la pasada Eurocopa. De hecho, a día de hoy sufre una microrotura muscular.

El técnico del Newcastle, Bobby Robson, insinúa que el central podría no pasar el examen médico

Precisamente sus problemas físicos han provocado que el entrenador del Newcastle, Bobby Robson, haya puesto una sombra de duda en la operación. En una entrevista en Sky Television, Robson sugirió que Woodgate podría no pasar el examen médico al que será hoy sometido. "Hay jugadores que no lo pasan", recordó a continuación. Más a la defensiva, el que fuera técnico del Barça aseguró que es "el mejor central de Inglaterra. No queremos que se vaya, pero... ¿A qué futbolista no le gustaría jugar junto a Beckham, Owen, Figo o Ronaldo?", se preguntó.

Woodgate fichó por el Newcastle en enero de 2003, traspasado por el Leeds United a cambio de 16 millones de euros. Ya por entonces, su carrera estaba marcada por un suceso luctuoso. En enero de 2000, con 19 años, se vio envuelto junto a su compañero de equipo Lee Bowyer y otros dos amigos en una reyerta a la salida de una discoteca de Leeds, cuyas consecuencias fueron gravísimas: Sarfraz Najeb, un joven estudiante británico de origen paquistaní, sufrió graves heridas a consecuencia de una brutal paliza. Según algunos testimonios, Bowyer y Woodgate llegaron a patear en el suelo a su víctima cuando ya estaba inconsciente. El tribunal que juzgó los hechos les declaró inocentes del delito de agresión, pero condenó a Woodgate a 100 horas de labores comunitarias "por alteración del orden público". La responsabilidad de los hechos recayó sobre un amigo de Woodgate, Paul Clifford, que fue condenado a seis años de cárcel.

Durante los dos años que duró el proceso, la Federación Inglesa le vetó para jugar encuentros internacionales.Woodgate acusó mal la presión mediática, además de la carga del proceso judicial. En abril de 2002, apenas unos meses después de conocerse la sentencia, Woodgate sufrió la rotura de la mandíbula a consecuencia de otra pelea en un pub.