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Reportaje:Atenas 2004 | BALONCESTO: EL IMPERIO SE HUNDE

"Vergüenza e indignación"

La prensa norteamericana expresa su conmoción por la derrota ante Puerto Rico y afirma que el dominio de EE UU ya es algo del pasado

"Ésta es una ciudad de ruinas y mitos: la Acrópolis, Hércules, el dominio estadounidense en baloncesto... Todo forma parte del pasado", escribe desde Atenas Mike Lopresti para el diario USA Today, sintetizando la conmoción sufrida por este país tras la estrepitosa derrota frente a la selección de Puerto Rico.

"Puerto Rico tumba a Estados Unidos" (USA Today). "Llamada de atención para el dream team: Estados Unidos, derrotado en la apertura olímpica" (The New York Times). "Los norteamericanos, machacados por Puerto Rico" (The Washington Post)... Y así, uno tras otro, hasta el último diario de la última ciudad, la prensa norteamericana desplegó sus titulares más sonoros tras la bofetada recibida por el equipo de baloncesto en su debú olímpico. Aunque los partidos jugados en las últimas semanas por Allen Iverson, Tim Duncan, LeBron James y sus compañeros permitían adivinar dificultades, nadie estaba preparado para una derrota así: es la tercera en unos Juegos Olímpicos para el equipo de Estados Unidos, frente a 109 victorias conseguidas, y la primera desde que los profesionales de la NBA tuvieron acceso a las canchas olímpicas.

"En el mundo se juega un baloncesto de mayor calidad que el de la NBA, que es más espectacular"
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La conmoción de los aficionados se debe, explica Sports Illustrated, la revista deportiva más importante, a que "lo que quedaba del aura invencible de los estadounidenses se esfumó en una asombrosa derrota que dejó a su entrenador avergonzado e indignado". Según la revista, "cualquiera que en Estados Unidos no haya visto venir esta derrota es que no ha seguido de cerca los cambios en el baloncesto internacional". Y así es como explican los expertos lo ocurrido.

William Rhoden escribe en The New York Times que el mundo del baloncesto le ha enviado a la NBA el mensaje de que las cosas han cambiado y que hay muchos países que juegan muy bien. "En el mundo se juega un baloncesto de mayor calidad que en Estados Unidos, donde, a través de la NBA, se juega un baloncesto más espectacular porque eso es lo que la NBA vende, espectáculo. Y eso es lo que el mundo compra y la razón por la que a la gente le gusta la NBA".

Michael Wilbon, de The Washington Post, comparte el razonamiento y habla de dos elementos: uno es el hecho incuestionable de que en los últimos 12 años "todos los equipos, desde San Juan hasta China, se han dedicado a crear estrategias y a explorar todos los matices de las claves del baloncesto mientras los norteamericanos estaban obsesionados con los mates y convenciéndose unos a otros de que eran los guardianes del juego global". Después, el problema es que Estados Unidos ha hecho "un equipo para el mercado, no un equipo para ganar; USA Basketball quiere vender bebidas y camisetas y lo que haya que poner en el mercado".

Y no se trata de que las estrellas como Shaquille O'Neal, Kevin Garnett y Tracy McGrady no hayan ido a Atenas. "Lo que necesitaba el equipo son lanzadores, y no tiene ninguno", asegura Wilson, que dice que en Grecia no están Brent y Jon Barry, Fred Hoiberg, Casey Jacobsen o Brian Cardinal, a los que no se les invitó y "que habrían pagado por ir".

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