Valdemoro se da un atracón
España borda el primer cuarto, con 22 puntos de la alero, y derrota con autoridad a China
Amaya Valdemoro se dio ayer una auténtica fiesta ante China. Un recital sin parangón. Como la víspera lo había hecho Pau Gasol con Yao Ming, la alero española firmó un primer cuarto que quedará para la historia. Diez minutos de ensueño en los que cada vez que articuló su muñeca lo hizo para lanzar bolas de fuego: 22 puntos en una serie espectacular. "Es increíble. Tiraba y las veía todas dentro", admitió la jugadora madrileña.
Pero no sólo eso. Ante la campeona de Asia, un rival de lo más temible, toda la selección fue como un torbellino arrollador. Al final del primer acto, las chinas estaban fuera de juego y con la moral más que mermada para intentar con éxito la reacción. No parece haber dudas al respecto: las chicas de Vicente Rodríguez firmaron el mejor cuarto que se le recuerda al baloncesto femenino español. "Va a ser difícil ver otro así", convino el técnico de la selección no sin argumentos para ello.
CHINA 67 - ESPAÑA 75
China: Pan (0), Miao (11), Sui (9), Luyun Chen
(0), Nan Chen (18) -cinco inicial-; Song (4), Bian (7), Hu (2), Ye (12), Wang (-) y Ren (4).
España: Palau (7), Fernández (17), Valdemoro (30), Pons (10), Cebrían (2) -cinco inicial-; Aguilar (1), Sánchez (0), Martínez (1), García (0), Ferragut (5) y Pascua (2).
Árbitros: Butler (Australia) y Santos (Brasil). No hubo jugadoras eliminadas.
Unos 1.200 espectadores en el Helleniko Sports Complex.
4º CUARTO
3º CUARTO
2º CUARTO
1º CUARTO
10-34
19-14
15-20
23-7
Con la tensión elevada al 100%, la selección española salió a despejar algunas de las dudas que dejó en el primer partido, contra la República Checa, y a resolver el encuentro a las primeras de cambio. Lo sabían: las chinas tienen problemas si se les toma la delantera en el marcador. Así que la selección se aferró a una defensa digna del mejor manual y maniató a las chinas hasta extremos realmente insospechados. Incapaces de zafarse del marcaje de las jugadoras españolas, las campeonas asiáticas tan sólo anotaron diez puntos en el primer cuarto.
Mientras tanto, en su canasta, Valdemoro se daba un atracón. El equipo corría, circulaba el balón a la perfección y para ella cualquier posición de tiro era buena. Buscó con insistencia la línea de tres con idéntico acierto: anotó tres de los seis triples españoles, a los que luego añadió otro. Fue así como se llegó a un resultado de escándalo: 34-10.
A partir de ahí se acabó la historia del encuentro, al menos para España. Con semejante ventaja y tras el enorme esfuerzo realizado, la selección se relajó. Bajó la intensidad de su juego defensivo y su acierto anotador también disminuyó. Valdemoro estaba exhausta y las chinas aprovecharon la pájara para acercarse paulatinamente en el marcador.
Las campeonas asiáticas se fueron al descanso con una desventaja más que considerable (29-48), pero regresaron del vestuario dispuestas a dar la vuelta al marcador. Se pusieron en zona, presionaron a las jugadoras españolas por toda la cancha y éstas no encontraron la fórmula para superarlas. Afortunadamente, tenían un gran colchón. El intento de la selección china resultó infructuoso, pero España perdió un buen puñado de puntos para el basket average.
Aun así, la victoria despeja el camino hacia los cuartos de final. Un triunfo más, quizá mañana ante Nueva Zelanda, y España estará entre las ocho mejores.
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